Con la llegada del final del verano, el esplendor de muchos jardines comienza a desvanecerse, ya que gran parte de las flores de temporada empiezan a marchitarse. Sin embargo, existen opciones de plantas perennes que pueden asegurar un espacio exterior vistoso y lleno de color durante el otoño y más allá. A continuación, se presentan tres plantas perennes con flor ideales para mantener un jardín bonito y vibrante tras el final de la estación estival.
Primero, el Sedum ‘Autumn Joy’, conocido también como ‘Alegría del Otoño’. Esta planta suculenta se destaca no sólo por su facilidad de cultivo y bajo mantenimiento, sino también por sus impresionantes flores rosadas a rojizas, que aparecen en racimos densos a finales del verano y persisten hasta bien entrado el otoño. Es ideal tanto para jardines de rocas como para bordes mixtos y es extremadamente resistente a la sequía, lo que la convierte en una opción perfecta para jardines de bajo consumo hídrico.
Otra opción maravillosa es la Echinacea purpurea, o coneflower púrpura. Aunque esta planta florece en pleno verano, sus flores pueden durar hasta principios del otoño, aportando un toque de color cuando muchas otras plantas están en declive. La Echinacea es apreciada no sólo por sus grandes y llamativas flores de color púrpura, sino también porque atrae a mariposas y abejas, promoviendo la biodiversidad en el jardín.
Finalmente, el Aster novi-belgii, conocido como aster de Nueva York, es una elección excelente para quienes desean añadir un estallido de color otoñal a su espacio exterior. Este aster florece a partir de finales de verano y produce una abundancia de pequeñas flores en tonos que van desde el blanco y el rosa hasta el púrpura. Además de embellecer el jardín, estas flores proporcionan una fuente de néctar vital para las abejas y otros polinizadores en momentos cuando otras fuentes de alimento son escasas.
Incorporar estas tres plantas perennes al jardín puede garantizar un espacio exterior vibrante y lleno de vida durante los meses de otoño. No sólo aportan color y belleza, sino que también desempeñan un papel crucial en el apoyo a la fauna local, haciendo del jardín un lugar más sostenible y ecológico.