El Gobierno regional comenzó los trabajos de mejora de la CM-2100 entre las localidades conquenses de Arcas y la pedanía de Tórola con una inversión de 650.000 euros y en una longitud de 9 kilómetros.
Una actuación que fue visitada por el consejero de Fomento, Nacho Hernando, junto con los alcaldes de Arcas y de Valdetórtola, Joaquín González y Julián Martínez, respectivamente; la delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles Martínez; y el director general de Carreteras, David Merino.
En este contexto, Hernando destacó que “esta es una actuación que se va a unir a otras en la provincia de Cuenca, con una inversión total de 2,3 millones de euros”. Además, ha remarcado que “en el conjunto de la Comunidad Autónoma serán 17 millones de euros lo que invirtamos en unos pocos meses” en un plan que después del COVID-19 ha elaborado la Consejería de Fomento dentro de la Dirección General de Carreteras para reactivar la obra pública.
En este sentido, el consejero subrayó la importancia de que “cada uno de estos euros invertidos sirvan para varios objetivos: la seguridad vial, el empleo y la reducción de las emisiones de CO2”.
Los trabajos en la CM-2100 van a consistir en el desbroce de cunetas, saneo puntuales de firme y fresado de roderas en las zonas en peor estado, para posteriormente realizar un refuerzo sobre toda la calzada con una capa de rodadura de aglomerado asfáltico en caliente, su finalización está prevista para la segunda quincena de julio.
Impulso a la ciudad de Cuenca
En otro orden de cosas, el responsable de Fomento se refirió a la reunión que mantuvieron, el pasado miércoles, el vicepresidente del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro; el alcalde de Cuenca, Darío Dolz; y él mismo, con el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Pedro Saura, y en la que se avanzó en el proyecto de cesión de los terrenos aledaños a la antigua estación del ferrocarril convencional.
Un proyecto que, de acuerdo a lo que destacó Hernando, el Ministerio “ve con buenos ojos” y que permitirá dar a estos terrenos “un uso social, de ocio y cultural, y van a suponer un impulso para la ciudad de Cuenca”.
Asimismo, aseguró que ésta es “una primera fase de lo que tiene pensado el alcalde y el vicepresidente para utilizar todos esos terrenos, ya que Cuenca, una Ciudad Patrimonio de la Humanidad, no se puede dormir en los laureles”.
