Unidad para que se planifique una gestión de la cuenca del Tajo sin trasvase y una apuesta firme por las desaladoras

La consejera de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez, ha hecho un llamamiento a la unidad hoy en las Cortes regionales en torno a la situación del trasvase Tajo-Segura y su repercusión en la región.

Una petición, que como ha manifestado, debe hacerse “con toda la fuerza”, no para defender los intereses de ningún partido político, sino para defender el futuro de los hombres y las mujeres de Castilla-La Mancha, porque “se merecen el mismo trato que los que viven en otras comunidades y merecen que sus representantes consigan la unidad, como ha sucedido en otros lugares, para que todos a una defendamos el Tajo y reclamemos el Pacto Nacional por el Agua”, ya que es la única manera de “colocarnos en igualdad de condiciones con otras comunidades receptoras y grandes consumidoras de agua”.

Así lo ha manifestado hoy en su intervención en el Pleno de las Cortes regionales, en el debate relativo a la situación del trasvase Tajo-Segura, en el que ha sido aprobada por mayoría una resolución en torno a la unidad en la región y la apuesta por la desalinización de cara a futuro.

García Élez ha señalado que con las recientes lluvias los acontecimientos se han acelerado y que “unas cuantas gotas por encima de la raya del mínimo no trasvasable han sido suficientes para que se perpetre un nuevo trasvase”, en este caso un triple trasvase. Así ha incidido en que estamos en un punto de “no retorno”, porque la cuenca del Tajo no es excedentaria. “No podemos ser considerados como fuente de recursos, todo lo contrario, es una cuenca con gravísimos problemas, ya que los embalses de la cabecera están a un 23 por ciento de capacidad, a pesar de que el resto de la cuenca se encuentre en un 71,17 por ciento; un dato que se utiliza demasiado a menudo para justificar el término de cuenca excedentaria”.

De esta forma se ha referido a la importante situación de sequía vivida a lo largo de los últimos meses, en los que la región ha estado amenazada de serias restricciones al regadío, incluso al abastecimiento humano en sistemas tan importantes para la región, como Picadas. Una situación que conllevó al Gobierno regional a solicitar un Decreto de Sequía a la Confederación Hidrográfica del Tajo, en el que solicitaban medidas urgentes en infraestructuras para la región y en el que se pedía aplicar medidas por subcuencas.

“Todavía no se ha obtenido respuesta y nos tememos que, si llega, sea descafeinada en términos económicos y descargará sobre los ayuntamientos las acciones que debería ejercer el Estado”. Una situación que, ha manifestado, “no es justa, porque a las cuencas del Segura y del Júcar ya se les han aprobado obras de emergencia por valor de diez millones de euros y sin embargo no se haga nada para garantizar el agua en esta región, en una cuenca expoliada por el trasvase y con un río altamente contaminado”.

“Un río condenado hasta Aranjuez a no ser más que la sombra, y desde Aranjuez a ser un río contaminado por su tributario, el Jarama”, y como ha añadido, “especialmente en un tramo, el Bolarque-Aranjuez, que funciona como un canal de caudal constante, sin subidas ni bajadas, totalmente regulado y por tanto hipotecado”, lo que se denomina “encefalograma plano”, porque “gota que cae, gota que se va”.

“No nos conformamos, se necesita al menos un nivel de 900 hm3 en la cabecera”

García Élez ha indicado que, ante esta situación, no se entiende que se haya aprobado un triple trasvase por parte del Gobierno de España, “de forma temeraria y arriesgada” porque en ningún momento “se mantiene el principio de prioridad de la cuenca cedente que no debe sufrir ningún tipo de restricción, como recoge la Ley”. En este sentido, se ha referido a la solicitud realizada por Castilla-La Mancha, tanto a la ministra como a la CHT, para que fueran prudentes y no se realizara trasvase alguno por debajo de los 510 hm3, pues el límite de 400 hm3 aprobado por el memorándum del agua no tiene en cuenta la disminución de las aportaciones hídricas, “pero una vez más siguen sin escuchar a la cuenca cedente”.

Desde la región, ha apuntado, “no nos conformamos con esto, se necesita al menos un nivel de 900 hm3 de los embalses de cabecera para garantizar los caudales ecológicos en Aranjuez y aún más para potenciar el desarrollo turístico y socioeconómico de los municipios ribereños”. Así ha apuntado a que, desde la aprobación del memorándum y del límite de 400 hm3, “la cabecera se encuentra invariablemente en situación de alerta y emergencia”.

“La voracidad de los regantes del Acueducto Tajo-Segura convierte a la cabecera en un sistema deficitario”

Como ha explicado la consejera, “el Gobierno regional considera necesario que se planifique una gestión de la cuenca sin trasvase y teniendo en cuenta los recursos provenientes de la desalación”, pues como ha añadido “la voracidad de los regantes del acueducto Tajo-Segura, con el consentimiento del Estado, convierte a la cabecera en un sistema deficitario” y que, además, “sirve al Estado a firmar decretos de sequía que favorecen precisamente a aquellos que la han provocado y no a los que sufrimos, sin tener arte ni parte en su provocación”.

La consejera ha asegurado que desde el Gobierno de presidente García-Page va a recurrir este nuevo triple trasvase. “Estamos en una situación hidrológica mejor que hace dos meses gracias a las lluvias, pero es tiempo de mirar hacia el futuro y tomar las decisiones que sirvan para que la cabecera abandone su situación de precariedad hídrica”. Porque si los embalses, de regulación hiperanual, no se gestionan adecuadamente para que cumplan con su función, “se seguirá incumpliendo la Ley en cuanto a la prioridad de la cuenca cedente para sus necesidades presentes y futuras, y en todos sus usos”.

Apostar por la desalación

En este sentido, la responsable de Fomento ha señalado que la postura del Gobierno regional “es apostar por la vía de la desalación decididamente, y que sólo en el caso en el que el agua desalada no llegue a cubrir la demanda a la que actualmente atiende el trasvase Tajo-Segura, entonces, y sólo entonces, se pueda utilizar agua trasvasada de manera excepcional; siempre y cuando se garantice la cuenca cedente”. Así, ha recordado lo que la propia ministra de Agricultura ha afirmado hace apenas unas semanas, que las comunidades del Levante se han salvado de la sequía gracias a las desalinizadoras y que incluso la producción agrícola, en estos duros meses y sin trasvases, ha subido de 2,6 a 3 millones de toneladas.

Unas desaladoras que, como ha dicho la consejera, representaron una inversión milmillonaria, cofinanciada con fondos europeos, como solución para atender el déficit de las cuencas mediterráneas. “Sólo en las plantas de Murcia y Alicante se han invertido 1.289 millones de euros, pero la infrautilización, o peor aún, la no utilización de las desalinizadoras durante casi una década, ha supuesto una enorme pérdida de producción de agua y representa una seria amenaza ante el riesgo de que haya que devolver gran parte de los fondos europeos recibidos”.

De esta forma, ha explicado el caso paradigmático de la desalinizadora de Torrevieja, la más grande de Europa. Finalizada la obra en 2010, con una capacidad de 80 hm3 anuales y que cinco años después de su finalización, “justo cuando los volúmenes trasvasados empiezan a reducirse por falta de precipitaciones en la cabecera del Tajo, empieza a producir a razón de 20 hm3 anuales, menos del 30 por ciento de su capacidad”. “A finales del pasado año 2017, a la vista de que el trasvase no daba más de sí, los mismos que rechazaban la desalinizadora empiezan a exigir que se ponga a funcionar al máximo rendimiento”. Incluso el problema del boro “que tanto juego a dado a personajes de Murcia y Valencia, ya no es un problema”.

De hecho, ha explicado que las trece desalinizadoras que recoge el Plan Hidrológico del Segura, dentro del ámbito de esta demarcación, cuentan con una capacidad conjunta de producción de 339 hm3 al año, una cifra que coincide aproximadamente con el volumen promedio trasvasado por el acueducto Tajo-Segura desde sus inicios. Así la consejera ha preguntado por qué no se aumenta la producción de las desaladoras y se permite que muchas de ellas sigan paradas o funcionando a una fracción de su capacidad, algo que debería explicar la propia Ministra.

Precio del agua

En este punto se ha referido a otro de los problemas que han surgido en torno al agua desalada, como es el precio, asegurando que el agua del trasvase “no es más barata, sino que les sale más barata gracias a las variadas subvenciones de las que se benefician sus usuarios: los costes ambientales y socioeconómicos en la cuenca cedente, las pérdidas de los municipios ribereños, los costes energéticos asumidos por todos los españoles, al igual que las compensaciones a las compañías eléctricas, las trampas en la aplicación de las tarifas que retrasa la amortización de las obras, etc.”

Pero, como ha asegurado, el agua desalada se está subvencionando también a los regantes del Segura. “Debería costarles alrededor de 50-60 céntimos el metro cúbico y les cuesta 30 céntimos, una cantidad aproximadamente el doble de lo que, en promedio, les ha venido costando el agua trasvasada, que les supone 15 céntimos el metro cúbico”.

“En este Gobierno estamos de acuerdo en que se subvencione a los regantes el agua desalada. A lo que sí nos oponemos es a que se prive a la cuenca cedente y a Castilla-La Mancha en particular de un recurso esencial para su desarrollo y para el mantenimiento de sus ecosistemas”, pues la prueba más evidente de que la economía del Levante en general, y de Murcia en particular, no precisa del agua del Tajo para seguir creciendo es que las exportaciones y la producción de la región no han dejado de aumentar en 2017, a pesar de ser el año con menos volumen trasvasado de toda la historia del trasvase.

De esta forma, ha reiterado que Castilla-La Mancha no tiene agua que desalar “ni cara ni barata; nosotros no tenemos alternativas al río Tajo”, por tanto “queremos que nos dejen disfrutar del río, no sólo usarlo en nuestro propio beneficio sino en el beneficio de todos, y que el Tajo pueda volver a ser un río de verdad, no sólo un cauce por el que discurren continuamente, invariablemente 6 ó 7 m3 por segundo”, pues de lo contrario, “continuaremos hipotecados en beneficio de otros y sin posibilidad de conseguir el desarrollo sostenible que queremos para nuestra región”.

“A diferencia de hace cuarenta años, cuando se inició el trasvase, la desalinización del agua del mar es hoy en día una solución técnica y económicamente viable; no genera conflictos institucionales ni disputas territoriales. El coste medioambiental que tiene es infinitamente menor que el de los trasvases, al permitir la recuperación de ríos y acuíferos y suponer una ocupación de terreno mucho menor (del orden del 3 por ciento que la que habría tenido el trasvase del Ebro). A diferencia de los trasvases, la desalación no genera perjuicios ni damnificados; nadie sale perjudicado, todos salen y salimos, beneficiados”.

Por tanto, ha apuntado que el Gobierno regional apoyará un sistema de bonificación para el precio del agua de las desaladoras que garantice la viabilidad de desarrollo en Murcia y el Levante y al mismo tiempo evite seguir esquilmando al Tajo. “El objetivo es que todos tengamos futuro, porque nosotros solo tenemos la lluvia y ellos tienen la alternativa de la desalación, que es un recurso válido e inagotable. Así ha manifestado coincidir con el presidente murciano cuando dice que “jamás permitiré que le quiten el agua a quién la necesite, y yo añado que jamás permitiremos que a Castilla-La Mancha les sigan esquilmando el agua”.

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