El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado que a partir del próximo martes, día 23 de enero, cesará la obligatoriedad del uso de mascarillas en los centros sanitarios de la región, tras observar un descenso significativo en la incidencia de virus respiratorios. El anuncio fue hecho por el presidente regional, Emiliano García-Page, durante una rueda de prensa en Cuenca después de una reunión con los responsables de la empresa Toroverde.
La determinación de la retirada del uso obligatorio de la mascarilla se alinea con los criterios del Ministerio de Sanidad, que establece que las comunidades autónomas pueden cambiar la obligatoriedad por una recomendación de uso cuando se presentan dos semanas consecutivas de descenso en la Incidencia Acumulada de Infecciones Respiratorias Agudas. Estas cifras son monitoreadas por la Red de Vigilancia y reportadas al Ministerio de Sanidad.
Esta transición de la obligatoriedad al uso recomendado de la mascarilla es reflejo de una mejora en la situación epidemiológica en Castilla-La Mancha, de acuerdo con la Orden de la Ministra de Sanidad emitida el 10 de enero de 2024, la cual aprueba las declaraciones de actuaciones coordinadas en salud pública.
Emiliano García-Page se ha expresado con entusiasmo: «Mañana mismo, afortunadamente, podremos decretar la retirada del uso obligatorio de la mascarilla en las ubicaciones sanitarias que habíamos establecido». García-Page destacó que la disminución en el impacto de la epidemia es un reflejo del éxito de los mecanismos sanitarios y los planes de contingencia de la Consejería. El presidente quiso reconocer y agradecer también a los profesionales sanitarios por su esfuerzo durante la epidemia.
En otro orden de asuntos, el presidente mostró su confianza en que el nuevo «gran hospital» de Cuenca estará operativo en el segundo semestre del año en curso. Además, ha indicado que la Casa Real española ha confirmado su compromiso para que los Reyes de España asistan a la inauguración del hospital.
