Ciudadanos ha registrado este miércoles en las Cortes de Castilla-La Mancha una iniciativa para que la consideración de centros esenciales se extienda a los servicios de atención a personas mayores, drogodependientes, personas con discapacidad o enfermos de Alzheimer, entre otros. «Se trata de dar a estos centros la consideración de centros esenciales, que ahora no la tienen, para que así se garantice su funcionamiento en situaciones de emergencia como por ejemplo la pandemia, si en el futuro hubiera nuevas oleadas», ha explicado la portavoz del partido de centro, Carmen Picazo, que precisamente hoy ha mantenido una reunión de trabajo con representantes de la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer (AFA) en Albacete.
La líder naranja ha argumentado que se trata de «servicios absolutamente esenciales que no se pueden detener», destacando que «los usuarios de estos servicios sufren de manera especialmente severa las consecuencias de estos cierres». En este sentido, ha reivindicado «que se proteja a los más desprotegidos». Previamente Picazo se ha reunido con el equipo del Teléfono de la Esperanza, entidad que presta servicio a personas en situación de desamparo y que, en los últimos meses, a causa de la crisis social provocada por el coronavirus, han visto multiplicada la demanda de ayuda. «Es ahora cuando el trabajo de las entidades del Tercer Sector de Castilla-La Mancha es más necesario y más útil que nunca», ha reivindicado la diputada.
«El dinero público, para las personas con necesidad, no para subirle el sueldo a los miembros del Gobierno»
Así, ha remarcado que una de las propuestas de Ciudadanos en la negociación de los próximos presupuestos autonómicos es la inclusión de una partida de 4 millones de euros para poner en marcha un plan de rescate del Tercer Sector. «No podemos dejarles abandonados y menos aún ahora, que es cuando peor lo están pasando», ha defendido, advirtiendo que «cerrar estos centros sería letal para una parte muy importante de la población, y desde Ciudadanos tenemos claro que la igualdad de oportunidades pasa por priorizar el gasto público precisamente en las personas que más lo necesitan, no en subir el sueldo de Page y los consejeros».
