El vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, ha expresado claramente su postura ante la gestión del agua en la cuenca del Tajo, afirmando que el destino final del agua de dicho río es llegar a Lisboa. Esta declaración surge tras el comentario del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien criticó la cantidad de agua que se envía desde el Tajo a Portugal.
Durante una rueda de prensa, Caballero ha respondido a las preguntas de los periodistas y ha hecho hincapié en la disposición de Castilla-La Mancha a continuar otorgando agua a la Comunidad Valenciana, siempre y cuando su uso sea exclusivamente para el consumo humano. «Siempre que sea para beber», destacó Caballero, dejando patente un límite claro en la política de solidaridad hídrica entre comunidades.
El vicepresidente ha mostrado además su sorpresa respecto a la reciente controversia suscitada por las demandas del presidente valenciano en relación con la propuesta de compartir recursos hídricos con Cataluña, y que las condiciones estipuladas se centren únicamente en el uso para el consumo humano.
José Manuel Caballero también ha recordado que Castilla-La Mancha ha estado cediendo agua durante más de cuatro décadas, lo que refleja un historial de larga data en cuanto a la cooperación en el manejo de los recursos hídricos. A pesar de esta tendencia a compartir el agua, ha dejado claro que para cualquier propósito que no sea el consumo humano, «no nos sobra el agua y la queremos en nuestra región», aludiendo a las necesidades de desarrollo económico de Castilla-La Mancha.
Con estas declaraciones, el Gobierno de Castilla-La Mancha demuestra su postura firme de mantener el agua en su territorio para fomentar su crecimiento económico, mientras reitera su compromiso con la solidaridad interterritorial en lo que respecta al suministro vital de agua potable.
