El portavoz del Grupo Parlamentario Vox en las Cortes de Castilla-La Mancha, Iván Sánchez, ha lanzado una fuerte crítica hacia la forma en que se está gestionando la reforma del Estatuto de Autonomía de la región, acusando a los partidos PSOE y PP de manejar el proceso de manera poco transparente y con intereses particularistas.
Durante una rueda de prensa en las Cortes regionales, Sánchez mostró su disconformidad por la exclusión de su formación en las conversaciones que están redefiniendo la carta de autonomía del territorio castellanomanchego, en la que Vox cuenta con representación parlamentaria. Según sus palabras, la reforma mantenida por el PSOE de Emiliano García-Page y el PP se basa en un propósito meramente numérico: el aumento de la cantidad de escaños en el parlamento autonómico.
El diputado censuró la falta de transparencia del procedimiento, afirmando que el gobierno autonómico acostumbra a «llenersela boca mencionando la transparencia» pero actúa «en la oscuridad» al llevar las negociaciones del Estatuto lejos del escrutinio público y critica que la tercera fuerza en la Cámara no ha podido expresar su posición al respecto.
Además, Sánchez advirtió que, de llevarse a cabo la reforma tal cual se está discutiendo, se efectuará un drástico aumento de diputados, pasando de los 33 actuales a 59. Este crecimiento en la representación parlamentaria se percibe por Vox como un medio para «llenarse sus bolsillos», desvirtuando potencialmente la naturaleza de la reforma.
Ante la negativa de integrar a Vox en la mesa de diálogo, el portavoz confirmó que su agrupación no realizará aportaciones al proyecto de reforma, percibiéndolo como un «pacto cerrado» entre los tradicionales bipartidistas PSOE y PP. La insistencia en este acuerdo lleva a Vox a condenar el proceso como autoritario y alejado de los ideales democráticos que debería sustentar cualquier reforma estatutaria importante.