En una rueda de prensa celebrada este lunes, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, acompañado por los ediles de su gobierno, ha evaluado el primer año de gestión conjunta de PP y Vox al frente del Ayuntamiento de la ciudad. Según Velázquez, su equipo ha roto con la «parálisis» previa e implementó «hechos reales» para acercarse a los ciudadanos y mejorar Toledo. Subrayó que pese a la mejora percibida, el objetivo es lograr una ciudad aún mejor.
El alcalde hizo un repaso de las distintas áreas de gestión y expresó su descontento sobre la situación no resuelta del cuartel de la Guardia Civil, algo que contrarió sus expectativas. Anunció proyectos futuros, entre ellos la reparación post-verano de la piscina del polígono y la reconstrucción, el 9 de julio, de la estatua del ciclista Federico Martín Bahamontes en la zona del Miradero. También mencionó acciones planificadas para mejorar la infraestructura de ciertas calles del barrio de Santa Teresa, con inclusiones como un carril bici.
Velázquez se refirió a la estrategia para mejorar la conexión entre los barrios de Azucaica y el Polígono, enfatizando que la responsabilidad reposa ahora sobre varias instituciones, y esperan agilizar la implementación del vial. Asimismo, informó sobre un convenio por renovar con el SEPE para ajustar el uso del suelo, transformando zonas de característica terciaria en suelo residencial.
Además, anticipó próximas mejoras en el transporte público y más involucración con las asociaciones del Consejo de Participación. Defendió la gestión de los proyectos apoyados por fondos europeos, criticando la inacción anterior.
En cuanto a posible nueva legislación, el alcalde manifestó que la inclusión de una nueva fiesta local requeriría la eliminación de otra y confirmó que la nueva tasa turística se discutiría más adelante en el año. También habló sobre las críticas al incremento de las tasas deportivas, insistiendo en la necesidad de la actualización tras un largo periodo sin cambios, y se dirigió hacia la oposición, aconsejando un enfoque más colaborativo.
Por su parte, la vicealcaldesa Inés Cañizares, se refirió a los «regalitos envenenados» dejados por la administración anterior, identificando problemas que han tenido que manejar, desde contratos hasta la planificación de emergencias y proyectos con financiación europea. A su vez, se contratará a un arquitecto y un ingeniero de caminos para solucionar el retraso en las licencias de construcción.
Finalmente, Cañizares calificó el pacto de gobierno como positivo, subrayando la generosidad y el diálogo como bases para la buena gestión. Velázquez, por su parte, ha enfatizado el carácter sólido, estable y duradero del gobierno actual comprometido con el cambio prometido a los toledanos.
