En medio de un ambiente cargado de tensiones y expectativas, Sofía Suescun hizo su aparición solitaria en el plató de «De Viernes», marcando una notable diferencia con la ausencia colectiva de sus excompañeros de «Supervivientes All Stars» la semana anterior. Su presencia no solo sirvió para poner sobre la mesa su conocida enemistad con Marta Peñate, sino que además, descargó con mayor fuerza su rechazo hacia Olga Moreno, intensificando una polémica que parece lejos de encontrar su punto final.
Durante el programa, los conductores Santi Acosta y Beatriz Archidona no dejaron pasar la oportunidad de recordar a Suescun las palabras que Olga Moreno, todavía esposa de Antonio David Flores, le había dirigido como contrarréplica a un duro comentario. Lejos de mostrar algún indicio de arrepentimiento o suavizar su postura, Suescun no dudó en afianzar su posición, haciendo eco de su desaprobación y desprecio hacia Moreno con declaraciones que no dejan margen a la interpretación: «Todos hemos visto su pasado. Yo no empatizo con esta persona».
La firmeza de Suescun se puso a prueba una vez más cuando se le cuestionó si no le resultaba incómodo dirigirse en términos tan duros hacia alguien, especialmente tras haber pronunciado en directo una frase que aludía a Rocío Carrasco, generando una ola de reacciones. Sin embargo, su respuesta fue igual de contundente: hablar de ese modo sobre Olga Moreno no le generaba ningún tipo de incomodidad.
No obstante, esta actitud generó división entre los presentes en el plató. Ángela Portero, por ejemplo, expresó su desconcierto ante la intensidad del desprecio manifestado por Suescun hacia Moreno, señalando la aparente falta de conflictos personales directos que justificaran tal nivel de animadversión. «Es que ella no te ha hecho nada a ti. No hay nada, como para que se entienda ese desprecio hacia ella», comentó Portero, poniendo de manifiesto la singularidad de la situación.
En un intento por fundamentar su postura, Suescun recaló en afirmaciones pasadas y la percepción pública de las acciones de Moreno, destacando una falta de empatía basada en los antecedentes vistos y discutidos ampliamente en la cadena televisiva, así como referencias a la docuserie «Rocío, contar la verdad para seguir viva» y su impacto en los protagonistas de esta historia.
La tensión y el drama en torno a las declaraciones de Suescun reflejan la complejidad y las emociones encontradas que suelen caracterizar al mundo del entretenimiento y la televisión reality en España, abriendo la puerta a más debates y especulaciones sobre las relaciones personales y públicas de sus figuras más conocidas.
