La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha reportado que 2023 ha sido un año marcado por incidencias meteorológicas significativas en España, entre las que se incluyen récords de temperaturas máximas y mínimas, y una sequía generalizada de considerable duración. Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, ha indicado que 2023 finalizó como el segundo año más cálido desde que comenzaron los registros en 1961, solo superado por 2022, convirtiéndose así en los dos años más calientes en España desde al menos 1916, según reconstrucciones climáticas.
Del Campo ha resaltado que tanto 2022 como 2023 se desmarcaron significativamente de otros años calurosos, presentándose medio grado por encima de 2020 y 2017, que ocupan el tercer puesto en la clasificación de años más cálidos. Además, el balance provisional señala que en 2023 no se experimentó ningún mes de carácter frío, con siete meses calificados como «muy cálidos», incluyendo un invierno (2022-2023) y una primavera extremadamente calurosos, así como un verano que se sitúa como el tercero con mayor temperatura media después de 2022 y 2003, y un otoño en segundo lugar, tras el de 2022.
El portavoz ha informado que en 2023 se contabilizaron 90 días con temperaturas extremadamente altas, representando uno de cada cuatro días del año. Solo hubo cinco días que se encuentran entre el 5% de los más fríos, ocurridos durante un corto episodio frío a finales de febrero y principios de marzo.
Entre los eventos más destacados se encuentra una ola de calor entre el 17 y el 25 de agosto, que derivó en 39 récords de temperaturas máximas y mínimas altas. Además, una ola de calor inusual en Canarias, que tuvo lugar entre el 2 y el 17 de octubre, marcó el episodio más prolongado registrado en el archipiélago.
La sequía ha sido otra característica del año, con 534 litros por metro cuadrado acumulados hasta el 26 de diciembre, lo que representa un 15% menos que el promedio, situando a 2023 como el quinto año más seco de la serie histórica y el cuarto del siglo XXI. La distribución de las lluvias también fue irregular, con zonas del noroeste y centro de España recibiendo más del doble de lo normal, contrapuesto a un otoño particularmente seco en Cataluña, Levante y el sur de Andalucía.
La sequía en Cataluña ha sido calificada como la más intensa desde 1961, y en las cuencas del Guadiana y Guadalquivir, así como en el sur de Andalucía, se señala como la más larga, con 8 años de duración desde 2016.
Además, Del Campo ha mencionado eventos de precipitaciones intensas, incluyendo la borrasca ‘Juliet’, que trajo nevadas a Baleares, y la DANA de septiembre, que resultó en siete fallecimientos y lluvias torrenciales. También se destacó la borrasca ‘Aline’, que produjo en Madrid la mayor precipitación en 24 horas desde 1860.
En cuanto al pronóstico para 2024, aunque es prematuro ofrecer previsiones concretas, el portavoz avanza que las temperaturas podrían situarse por encima de lo normal hasta la primavera y predice lluvias abundantes en el noroeste peninsular durante los primeros tres meses del año.
