Propuesta para la Creación de un Fondo de Riqueza Soberana en Estados Unidos

La reciente orden ejecutiva emitida por el presidente de Estados Unidos marca un hito significativo en la política económica del país, delineando un plan para la creación de un fondo soberano. Este nuevo enfoque busca maximizar la administración de la riqueza nacional con el objetivo de beneficiar exclusivamente a los ciudadanos estadounidenses. La propuesta se fundamenta en la necesidad de promover una sostenibilidad fiscal que reduzca la carga impositiva sobre las familias y pequeñas empresas, al tiempo que establece una seguridad económica para las futuras generaciones y reafirma el liderazgo de Estados Unidos en el escenario internacional.

El artículo de la orden establece varios puntos clave. En primer lugar, el Secretario del Tesoro y el Secretario de Comercio, en colaboración con el Asistente del Presidente para Política Económica, se encargarán de desarrollar un plan detallado para la implementación de este fondo soberano. Este plan debe ser presentado al presidente en un plazo de 90 días, y deberá incluir asesoramientos sobre mecanismos de financiamiento, estrategias de inversión, la estructura del fondo y un modelo de gobernanza.

Además, se hace hincapié en la evaluación de las consideraciones legales para el establecimiento y la gestión del fondo, lo que podría implicar la necesidad de nueva legislación. Esto refleja una voluntad de abordar las complejidades administrativas y legales que conlleva la creación de una herramienta financiera de esta magnitud.

En la orden, también se subraya que ninguna parte de este pedido afecta las facultades legales ya conferidas a los departamentos o agencias ejecutivas. En este sentido, se garantiza que la implementación de la orden se llevará a cabo conforme a la ley vigente y sujeto a la disponibilidad de recursos. Sin embargo, se aclara que la orden no crea derechos o beneficios que puedan ser exigidos en un contexto legal por partes externas.

Este movimiento estratégico del gobierno estadounidense parece ser una respuesta a las crecientes demandas de una gestión económica más efectiva en tiempos de incertidumbre global. Con el anuncio realizado desde la Casa Blanca el 3 de febrero de 2025, las miradas permanecen puestas en los próximos pasos que tomará la administración para llevar a cabo un proyecto de tal envergadura, que podría definir la estructura financiera del país para los años venideros.

Fuente: WhiteHouse.gov

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