Las secciones de Nefrología y Aparato Digestivo del Hospital Mancha Centro, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), han publicado recientemente en la revista oficial de la Sociedad Española de Nefrología un importante trabajo de investigación que ha llevado tres años de estudio y que podría cambiar el manejo actual de la anemia en los pacientes con insuficiencia renal.
Liderado por los doctores Rebeca García Agudo y Sami Aoufi Rabih, el estudio ha puesto de manifiesto los beneficios de realizar una endoscopia digestiva a los pacientes renales con anemia. Los pacientes con esta enfermedad tienen más posibilidades de padecer lesiones gastrointestinales que la población no renal, en especial premalignas y tumorales.
El trabajo incluyó a más de 9.500 pacientes de la Gerencia de Alcázar de San Juan con enfermedad renal crónica. De estos pacientes, los que tenían anemia y dieron positivo en un test de sangre oculta en heces se sometieron a un estudio endoscópico para descartar que su anemia estuviera producida por una causa digestiva.
El resultado mostró que el 68 por ciento de los pacientes sometidos a pruebas endoscópicas presentaron alguna lesión en el tubo digestivo, siendo la más frecuentes los pólipos adenomatosos, que son lesiones preneoplásticas que con el tiempo se transforman en cáncer colorrectal.
Asimismo, una cuarta parte de los pacientes examinados fueron diagnosticados de gastritis aguda y se observaron tumores gastrointestinales en casi dos pacientes de cada diez, además de otras patologías como lesiones vasculares, esofagitis, isquemia o enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn).
Es importante destacar que los pacientes eran ambulatorios y no habían manifestado síntomas que hubieran orientado a la solicitud de un estudio endoscópico. Por ello, resulta llamativo el hallazgo de úlcera gastroduodenal en el 17,7 por ciento y de colitis isquémica en el 3,1 por ciento de los casos.
“Este estudio ha cambiado nuestra manera de hacer las cosas, al poder diagnosticar precozmente lesiones que antes pasaban inadvertidas porque la anemia puede tener múltiples causas pero no siempre hay que buscar en el riñón al culpable”, ha recalcado la doctora Rebeca García Agudo, jefa de la Sección de Nefrología de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan, quien ha valorado también como una gran ventaja “el ahorro de gasto farmacéutico que supone encontrar la causa de la anemia” en estos pacientes.
Hay que recordar que la anemia es una complicación frecuente de la enfermedad renal crónica y que pueden ser varias las causas que la produzcan: déficit de hierro, de ácido fólico o de vitamina B12, la hemólisis (destrucción de glóbulos rojos), las pérdidas digestivas y los síndromes mielodisplásicos (alteraciones que pueden ocurrir cuando las células productoras de sangre en la médula ósea se convierten en células anormales).
La investigación concluye que la población tributaria de este diagnóstico precoz está constituida particularmente por los pacientes con enfermedad renal crónica estadios 3-5 y anemia, quienes pueden necesitar de un estudio endoscópico antes de recibir tratamiento específico para su anemia.