En muchos procesos de divorcio o de medidas paternofiliales, los progenitores se encuentran en una situación de incertidumbre legal mientras se espera una sentencia que estipule derechos y obligaciones. Esta espera, a menudo prolongada debido a la congestión de los juzgados, deja a los padres sin una guía clara sobre cómo proceder en cuestiones tan importantes como la custodia de sus hijos y la pensión de alimentos.
De acuerdo con el despacho Pérez Matey & Asociados, un grupo de abogados expertos en Majadahonda, esta situación es lamentablemente muy común. Aunque en algunos casos los progenitores mantienen una relación cordial y una comunicación efectiva, la realidad es que lo habitual es una mala relación entre las partes en conflicto. Esta animosidad puede llevar a utilizar a los menores "como armas arrojadizas" para perjudicar a la otra parte, aprovechando la falta de una sentencia que determine responsabilidades y derechos.
María Eugenia Pérez Matey, fundadora del despacho, señala que "esta es una de las principales complejidades dentro de los procesos de familia". Hasta que los abogados logren mediar y se dicte una sentencia, cualquier decisión queda en manos de los progenitores, quienes pueden actuar de forma unilateral.
En situaciones donde la relación entre los padres es particularmente tensa, es común que los hijos queden bajo la custodia de la madre, y que el padre, en represalia, decida no pagar la pensión de alimentos. Esta falta de regulación permite que ambas partes actúen de manera arbitraria y visceral, exacerbando las tensiones familiares.
La elección del abogado adecuado es crucial en estas circunstancias. Un abogado capaz de mediar y llegar a un acuerdo, o al menos establecer unos mínimos de actuación con la otra parte, puede hacer que la situación sea más sostenible. Si los letrados de las partes son conciliadores y logran convencer a sus clientes de colaborar, la situación puede manejarse mejor. Sin embargo, cuando los abogados no intermedian eficazmente o los clientes no están dispuestos a ceder, los conflictos pueden convertirse en verdaderos dramas familiares.
En el despacho Pérez Matey & Asociados han tenido clientes que han llegado a estar más de un año sin ver a sus hijos y sin recibir la pensión de alimentos correspondiente hasta que se dictó una sentencia. Por esta razón, contratar un buen abogado es fundamental para agilizar el proceso y proteger los derechos tanto de los padres como de los menores involucrados.
Para mitigar estos problemas, el despacho ofrece varios consejos:
Comunicación entre progenitores: Si es posible, los padres deben intentar dialogar para determinar las mejores medidas para la unidad familiar, especialmente para los hijos menores. Si la relación está demasiado deteriorada, se recomienda contratar rápidamente los servicios de un abogado experto en la materia para mediar y comenzar la negociación extrajudicial.
Empatía y conciliación: Es fundamental que el profesional contratado pueda empatizar con el caso específico y actúe de manera conciliadora, siempre velando por el bienestar de los hijos, los más perjudicados en cualquier ruptura sentimental.
Dejar rencores de lado: Aunque puede ser difícil, es importante intentar dejar de lado los rencores y esfuerzos en conciliar, sabiendo que es preferible que sean los padres quienes decidan sobre la vida de sus hijos post-divorcio, en vez de un juez.
- Iniciar el procedimiento judicial: Si no es posible llegar a un acuerdo, se debe iniciar cuanto antes el procedimiento judicial, solicitando medidas provisionales para establecer lo antes posible la guarda y custodia, régimen de visitas y pensión de alimentos.
Desde Pérez Matey & Asociados entienden el sufrimiento que un divorcio o ruptura sentimental puede causar en sus clientes, por eso abordan cada caso con una profunda empatía, tratando de lograr la solución más beneficiosa tanto para sus clientes como para sus hijos.