El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su rechazo hacia la figura del verificador internacional propuesta para supervisar los acuerdos entre el PSOE y Junts per Catalunya, tildándola de «parodia» durante un acto en las Cortes de Castilla-La Mancha conmemorativo del aniversario de la Constitución española.
García-Page ha expresado con firmeza que las instituciones españolas no deben sentirse representadas ni condicionadas por las opiniones o sugerencias de ningún embajador extranjero, independientemente de su respetabilidad. En su discurso, remarcó que no se puede permitir que decisiones fundamentales sean tomadas por unos pocos en detrimento de la mayoría.
El presidente castellanomanchego ha hecho hincapié en la incertidumbre y riesgos asociados a la implicación de mediadores internacionales en la política nacional, afirmando que no entiende la necesidad de su presencia en asuntos internos. García-Page ha dirigido sus palabras al diplomático Francisco Galindo, a quien le ha dejado claro que ni él ni la región de Castilla-La Mancha se consideran vinculados a este tipo de figuras o intervenciones.
Resaltando la primacía de la Constitución y las instituciones que de ella derivan, el presidente ha advertido que las Cortes de Castilla-La Mancha han autorizado ya las medidas constitucionales pertinentes para proteger los derechos de los ciudadanos ante cualquier intento de vulneración, desestimando la validez de cualquier referéndum no acorde con estos principios.
García-Page ha concluido insistiendo en la importancia de la verdad y un diagnóstico certero frente a la narrativa «falsa» sobre la cual, a su parecer, algunos basan su actuación política. Según sus palabras, no puede existir solución alguna a los problemas sin estos fundamentos esenciales.
