Más de 11.000 personas ocupadas se beneficiarán con las 717 acciones de formación que impulsa el Gobierno regional

Son más de 11.000 personas ocupadas las que se beneficiarán de 717 acciones de formación impulsadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha, en una inversión que alcanza los 6,3 millones de euros en ayudas. Así lo remarcó en rueda de prensa la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, quién compareció luego de la reunión del Consejo de Gobierno, al tiempo que explicó que se trata de una concesión a centros de formación que están homologados por la Junta de Comunidades y en régimen de concurrencia competitiva, para realizar planes de formación profesional para el empleo orientados a personas trabajadoras ocupadas.

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Las actividades de tipo formativo tienen como objetivo ofrecer a personas ocupadas una formación acorde a los requerimientos de productividad y competitividad de las empresas regionales, a las necesidades de adaptación constante, a los cambios en el sistema productivo y a las posibilidades de promoción profesional y desarrollo personal de trabajadores, capacitándolos para el desempeño cualificado de diferentes profesiones y permitiendo así mejorar su tasa de empleabilidad.

Programas de Formación

En este marco, se prevén actuaciones subvencionables, en primer lugar, programas de formación de tipo transversal, como los orientados a la adquisición de competencias transversales para distintos sectores productivos o competencias específicas para un sector del reciclaje y recualificación de trabajadores de otros sectores; planes para formación intersectorial de trabajadores autónomos y para trabajadores y socios de la economía social.

También se pondrán en acción programas para la formación sectorial, con planes de formación integrados por acciones de tipo formativa vinculadas a obtener certificados de profesionalidad y programas de cualificación y reconocimiento profesional a través de mecanismos de evaluación y acreditación de las competencias profesionales en el territorio de Castilla-La Mancha.

A su vez, se incluyen becas y ayudas de transporte, ayudas para la conciliación de la vida familiar, a la manutención y el alojamiento que se puedan conceder a las personas desempleadas que participen de estas acciones formativas (hasta un 30%) y la posibilidad de una compensación económica a empresas por la realización de prácticas profesionales no laborales.

El 74% de los alumnos se formará de manera presencial, y el 26% restante a través de la teleformación. Este porcentaje está en franco crecimiento con 5% más que en la versión de 2018 del plan.

Por familias profesionales, se destacan las de administración y gestión donde se formarán el 24% de los alumnos; servicios socioculturales y a la comunidad (más del 17); comercio y marketing (11%); informática y comunicaciones (10%); transporte y mantenimiento de vehículos (7%); y seguridad y medioambiente (6,5%).

Personas prioritarias

La prioridad para la participación en las acciones formativas está puesta en las mujeres mayores de 45 años, personas con necesidades formativas especiales derivadas de discapacidad mental o motora, enfermedades mentales o deficiencia sensorial, y afectados y víctimas del terrorismo y de la violencia de género.

También los trabajadores que están ocupados en sectores en crisis y con baja cualificación, personas desempleadas de larga duración, trabajadores poco cualificados, jóvenes que han abandonado de manera temprana el sistema educativo y personas en riesgo de exclusión social, así como las personas refugiadas.

Los beneficiados del programa se suman a la apuesta por la formación para personas ocupadas del Ejecutivo del presidente García-Page, que a la fecha ha permitido alcanzar a 55.500 personas en el período 2015-2019, con más de 31,4 millones de euros invertidos, lo que supone un aumento del 33% respecto de la legislatura anterior.

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