Castilla-La Mancha aprueba el límite de gasto no financiero para el ejercicio 2021 por un importe estimado de 7.562 millones de euros, un 14,2 por ciento más que en 2020, con el objetivo de elaborar unos presupuestos regionales para el próximo año que protejan a los colectivos sociales y económicos más afectados por la crisis económica y que permitan recuperar la senda de crecimiento económico que experimentaba la región antes de la pandemia.
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha informado en rueda de prensa de la aprobación hoy por el Consejo de Gobierno del límite de gasto no financiero para el próximo ejercicio, conocido habitualmente como techo de gasto, así como de la toma en conocimiento de las previsiones macroeconómicas para los ejercicios 2020 y 2021.
El techo de gasto, que es el gasto máximo en el que la Administración regional puede incurrir a lo largo del próximo ejercicio, se remitirá con carácter inmediato a las Cortes de Castilla-La Mancha, iniciándose así el trámite parlamentario preceptivo para aprobar el proyecto de Ley de presupuestos para 2021, unas cuentas que Ruiz Molina ha confiado que puedan entrar en vigor el próximo 1 de enero.
Durante el transcurso de la rueda de prensa, Ruiz Molina ha calificado como “complicada” desde el punto de vista económico la situación actual, pero ha resaltado que, “a diferencia de la anterior crisis, la financiera de 2008, la respuesta del Gobierno Castilla-La Mancha no va a ser la de primar los recortes, sino la de poner todos los recursos necesarios para revertir la situación”. La mejor prueba de ello, ha incidido, son las decisiones que se han venido tomando desde el Ejecutivo regional desde el pasado mes de marzo.
“No vamos a escatimar ningún recurso en el ejercicio 2021 y así se pondrá de manifiesto en el proyecto de presupuestos para el próximo año. Queremos hacerlo de la mano de los agentes sociales y de las formaciones políticas que han querido sumarse al plan de recuperación económica y social”, ha añadido Ruiz Molina al respecto.
Todo ello, ha insistido el titular de Hacienda y Administraciones Públicas, sin incrementar la presión fiscal de la ciudadanía de Castilla-La Mancha, tal como el Gobierno regional se ha comprometido con los agentes sociales.
Castilla-La Mancha crecerá un 4,2 por ciento el próximo año
Antes de explicar con detenimiento las previsiones económicas para el próximo año y la estimación del límite de gasto no financiero, Ruiz Molina ha querido resaltar la situación de excepcionalidad en la que se han elaborado como consecuencia de la crisis económica que ha provocado la pandemia. En este sentido, ha aclarado que “son datos que no tienen precedentes en la historia de la Comunidad Autónoma y que distan mucho de los que habría en una situación de normalidad”.
En relación con la previsión económica para 2021, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas ha indicado que supone romper la tendencia de crecimiento sostenido que venía experimentado Castilla-La Mancha en los últimos años, ya que, de media, entre 2015 y 2018 la región había crecido un 2,9 por ciento al año.
En la elaboración de las previsiones económicas tanto para 2020 como para 2021 se ha utilizado un criterio de máxima prudencia, al objeto de “acertar en las decisiones que tome el Gobierno regional basándose en esas previsiones”, ha querido señalar Ruiz Molina.
Así, para el ejercicio 2020 se ha estimado que la tasa de variación real del PIB caiga un 8,3 por ciento en Castilla-La Mancha, que son tres puntos menos que lo previsto a nivel nacional por el Gobierno de España.
Ello es consecuencia de la estructura productiva de la región, ya que los sectores más afectados por las medidas tomadas para reducir la propagación del virus, como pueden ser el turismo o la hostelería, tienen menos peso en la economía regional que en el conjunto nacional. A su vez aquellos sectores en los que estas limitaciones han tenido menos repercusión, como la agricultura o la industria manufacturera, tienen mayor protagonismo en la región. También se ha tenido en cuenta el importante peso que tiene la Administración pública en el PIB regional, ya que este sector no ha visto limitada su actividad, teniendo incluso un papel incentivador en algunos casos.
Esta caída estimada coincide aproximadamente con la previsión que han hecho diferentes servicios de estudio económico, como Hispalink o BBVA Research.
Al estimar una caída menor, el incremento del PIB para 2021 también será más suave, ha explicado Ruiz Molina. Así se prevé para Castilla-La Mancha una tasa de crecimiento del PIB en términos reales del 4,2 por ciento para 2021, con una diferencia también de tres puntos respecto a la previsión hecha a nivel nacional.
En este sentido, Ruiz Molina ha indicado que la previsión realizada por la Administración regional es más prudente que la hecha por los mencionados servicios de estudio económico, que prevén un crecimiento del 5 por ciento para Castilla-La Mancha el próximo año.
El límite de gasto no financiero se incrementará en 942,2 millones con respecto al año pasado
En relación con la aprobación del límite de gasto no financiero, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas ha explicado que hasta la celebración la semana pasada del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el Gobierno regional no disponía de los datos necesarios para calcularlo, ya que el Ministerio de Hacienda debe comunicar a las Comunidades Autónomas el objetivo de déficit para el próximo ejercicio, así como las entregas a cuenta que recibirán del Estado.
En la reunión del CPFF, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comunicó oficialmente a las Comunidades Autónomas la suspensión de las reglas fiscales, tanto para el ejercicio 2020 como para el ejercicio 2021, de tal forma que para el próximo año ya no hay objetivos de déficit que cumplir, sino una tasa de referencia. También comunicó a las regiones el importe de las entregas a cuenta para 2021.
El límite de gasto no financiero para 2021, ha subrayado Ruiz Molina, es “absolutamente diferente, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, porque se incluyen conceptos que no se incluían en ejercicios anteriores”.
Esta diferencia es consecuencia de la situación de excepcionalidad provocada por la pandemia y de la firme respuesta que la UE, el Gobierno de España y el de Castilla-La Mancha están dando desde el gasto público para mitigar los efectos negativos de esta crisis en el ámbito social y económico y para recuperar los niveles de crecimiento económico anteriores a la crisis originada por la COVID-19.
De esta forma, el techo de gasto para 2021 se estima en 7.562 millones de euros, lo que supone una variación del 14,2 por ciento con respecto a 2020. “Es una tasa de variación de más de cuatro veces lo que se venía creciendo en el techo de gasto en los ejercicios precedentes, cuando se registró un crecimiento medio del 3,24 por ciento, y ahora, en un solo ejercicio, se va a incrementar en un 14,2 por ciento”, ha subrayado Ruiz Molina.
Este crecimiento permitirá al Ejecutivo regional contar con 942 millones de euros adicionales con respecto al ejercicio 2020 para distribuir entre las diferentes políticas de gasto en los presupuestos de 2021.
Los ingresos propios no financieros ascienden a 6.176,9 millones de euros, una previsión negativa del -4,1 por ciento respecto a 2020. Esta cifra se compone a su vez de otras dos magnitudes, que son los 5.303,6 millones de las entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica y de la previsión de liquidación del ejercicio 2019 y los 873,3 millones del resto de ingresos propios previstos.
El peso que las entregas a cuentas y la liquidación del ejercicio correspondiente tienen en el total del gasto no financiero explica la importancia que el Ejecutivo de Emiliano García-Page otorga a la modificación del sistema de financiación autonómica.
Respecto a la segunda magnitud que componen los ingresos propios no financieros, Ruiz Molina ha explicado que son aquellos ingresos de carácter fundamentalmente tributario que se gestionan desde la Comunidad Autónoma y que para 2021 ascienden a 873,3 millones de euros.
Respecto a estos ingresos propios, Ruiz Molina ha explicado que se prevé una reducción de casi el 15 por ciento con respecto a los que se preveía recaudar cuando se aprobó el techo de gasto para 2020. Como consecuencia de la pandemia, la recaudación real ha sido bastante diferente y por ello se ha estimado para 2021 recaudar aproximadamente lo mismo que se está recaudando en 2020, reflejando así la caída de los ingresos que está suponiendo la crisis económica.
Otra de las magnitudes que tradicionalmente componían el techo de gasto era el objetivo de déficit, que en este caso, se ha sustituido por una tasa de referencia del 2,2 por ciento del PIB para las Comunidades Autónomas.
Tal y como se anunció en el CPFF, el Estado financiará a las regiones la mitad de esa tasa de referencia, es decir, el 1,1 por ciento del PIB. De esta forma, la Comunidad Autónoma incurrirá el próximo ejercicio en un déficit del 1,1 por ciento del PIB, que equivale a 445,5 millones en términos absolutos, y dispondrá de otros 445,5 millones de euros, que se obtendrán vía transferencia o subvención del Gobierno de España.
Como novedad, el límite de gasto no financiero para el próximo ejercicio incluye también los recursos que se esperan obtener del programa REACT, que es un fondo que se integra dentro del programa Next Generation de la Unión Europea.
El programa REACT está dotado para España con 12.000 millones para 2020 y 2021, de los que 8.000 millones se van a distribuir entre las Comunidades Autónomas. A Castilla-La Mancha le correspondería del orden del 4,9 por ciento del total, es decir, unos 392 millones de euros, que son unos fondos que se van a destinar a sanidad, a educación y a fomentar la inversión empresarial.