Llamamiento a la colaboración ciudadana para evitar incendios forestales a pesar de las buenas condiciones climatológicas

Una nueva base de retén en Sacedón, una nave para vehículos en Cogolludo y una torre de vigilancia totalmente remodelada en Auñón, son las principales novedades que se suman este año al operativo de la Campaña Contra Incendios Forestales que ya se ha puesto en marcha, tras comenzar el pasado 1 de junio la época de alto riesgo.

A pesar de que las condiciones climatológicas de estos días reducen el riesgo de incendios, el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Santos López, hace un llamamiento a la “prudencia y la colaboración” de la ciudadanía y recuerda que dichas condiciones cambiarán y “no podemos bajar la guardia, por lo que desde el Gobierno regional ya hemos puesto en marcha el dispositivo”.

De hecho ya se ha celebrado la primera reunión del Comité Asesor Provincial del Plan contra Incendios Forestales de Castilla-La Mancha, con el objetivo de coordinar la organización del operativo para la campaña de este verano.

El Gobierno regional trabaja en la prevención de los incendios a lo largo de todo el año y para ello, durante los 8 meses restantes al periodo de máximo riesgo se realizan tareas de selvicultura preventiva destinadas a limpiar los montes y reducir así el riesgo de incendio forestal. En concreto el pasado invierno 285 personas trabajaron en la provincia en labores de limpieza de montes, lo que ha permitido que se haya actuado sobre 1.750 hectáreas forestales. En este sentido, Santos López ha recordado que “la prevención de los incendios se consigue a lo largo de todo el año y desde este Gobierno regional somos muy conscientes de ello, como demuestra el hecho de que en la presente legislatura se ha ampliado la contratación de los trabajadores a los 12 meses del año”.

Esta plantilla se incrementa en el periodo de mayor riesgo forestal, que es el comprendido entre el 1 de junio al 30 de septiembre, y cuando entre el personal de Geacam y la plantilla propia de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, trabajan en el operativo contra incendios de la provincia de Guadalajara 454 personas.

Como en años anteriores, el Centro de Operaciones Provincial (COP) se ubica en la base de El Serranillo, que este año ha adecuado algunas de sus instalaciones y en la que el año pasado ya se incorporó un nuevo helicóptero al ya existente en campañas anteriores, lo que supuso un importante refuerzo tanto en misiones de transporte de personal, como en labores de extinción.

También el pasado verano se incorporó una patrulla de vigilancia nocturna, clave para atender las incidencias que se producen durante la noche. Junto a los dos helicópteros que tienen base en El Serranillo, la provincia dispone de dos más en las bases de Las Minas y en la de Corduente, con sus correspondientes retenes helitransportados y además, en Las Minas, un año más, estará la base del helicóptero pesado KAMOV dependiente del Ministerio de Agricultura.

A estos medios aéreos se suma un avión de carga en tierra, con base en Peralveche, que puede cargar hasta 3.100 litros. En la provincia existen en la actualidad 156 puntos de agua y la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural sigue trabajando en el incremento de balsas que permiten agilizar la carga de los medios aéreos en caso de necesidad. El pasado año se pusieron en marcha tres nuevos puntos de agua y este año se van construir otras cuatro balsas más, en Luzaga, Armallones, Terzaga y La Huerce. La intención es, según informa Santos López “conseguir una red de puntos de carga de helicópteros y autobombas para que los desplazamientos desde los posibles incendios a las zonas de recarga sean lo más cortos posibles, agilizando así las actuaciones de extinción”.

Vigilancia y medios terrestres

En cuanto a las torres de vigilancia, en Guadalajara están operativos 26 puntos de vigilancia, entre los que se incluye el de Auñón, que ha sido reformado el pasado invierno. En concreto la nueva torre tiene una altura de 9 metros desde su base, más los 2,80 metros de altura de la cabina.

La puesta en servicio de estas torres se lleva a cabo en base a estudios que tienen como finalidad dotar a la provincia de un dispositivo de vigilancia eficaz, evitando solapes innecesarios y garantizando que los puntos de vigilancia estén situados en las mejores ubicaciones posibles para cumplir con su cometido. En este punto Santos López recuerda que además de la importante vigilancia que se lleva a cabo desde estas torres, “todos los ciudadanos somos potenciales vigilantes contra incendios” y destaca que “hoy en día, que casi todos llevamos un móvil con nosotros, es importantísimo que en el momento que se detecte un posible conato de incendio se avise al servicio de emergencias 112, desde el que se activa el operativo contra incendios”.

Respecto a los medios terrestres, en la provincia trabajan en esta campaña seis patrullas móviles, compuestas por los correspondientes vehículos con un dispositivo de extinción de 50 litros y cuya misión es vigilar zonas de riesgo y actuar en caso de conatos de incendio; dos máquinas pesadas de alta capacidad de extinción; seis autobombas con conductor y ayudante; 10 autobombas retén en las que además se desplazan especialistas y ayudantes y seis brigadas terrestres. Además, en El Serranillo tiene también su base un camión nodriza, de gran capacidad de transporte de agua que puede llegar a almacenar hasta 14.000 litros.

En definitiva, según destaca Santos López, “un amplio dispositivo para prevenir y detectar el fuego lo más rápidamente posible y extinguirlo a la mayor brevedad”.

La eficacia de este dispositivo queda patente ante la evolución de los incendios de los últimos años. En 2017 se produjeron 221 siniestros de los que 198 tuvieron la consideración de conatos ya que la rápida actuación permitió que no se quemara más de una hectárea. Gracia a esta rápida actuación del operativo contra incendios se consiguió que aunque en 2017 se iniciaron un 9,5 por ciento más de incendios que en 2016, lo cierto es que la superficie forestal afectada se redujo en un 6,23 por ciento y la no forestal en un 83,42 por ciento.

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