La sociedad española muestra un claro consenso en que el capitalismo, como modelo socioeconómico, necesita una profunda transformación hacia un sistema que se preocupe más por las personas y el planeta: 7 de cada 10 personas suspenden al sistema en este contexto, según el estudio elaborado por Radar Cavas junto a otras organizaciones como la Universidad de Málaga.

Al mismo tiempo, existe una clara desconfianza en que los organismos del actual sistema vayan a acometer el cambio necesario para avanzar hacia un nuevo modelo. Sostenibilidad, propósito y reputación son factores claves en este escenario.

La ciudadanía española otorga un 4 al sistema socioeconómico actual. El 80 % considera que el capitalismo necesita una gran transformación, pensando en los efectos que tiene para el conjunto de la sociedad y el planeta.

El propósito es la razón de existir y ser de una organización, poner el foco en las necesidades que se busca resolver: ¿qué impacto positivo genera en las personas y el entorno? Existen estudios que evidencian que las empresas que se gestionan bajo este modelo tienen un impacto positivo en los negocios, en la sociedad y el planeta.

Empresas con propósito: una demanda social

Vivimos un momento en el que se está gestando una nueva genética de los negocios que repercute en la confianza y la reputación de las organizaciones. Este cambio supone una oportunidad para dar respuesta a las necesidades globales de la Agenda 2030.

Las empresas con propósito, conocidas también como el cuarto sector de la economía, trabajan bajo la perspectiva del triple impacto (impacto positivo en las personas, el planeta y la economía) y están liderando una transformación midiendo y gestionando sus impactos económicos, pero también los sociales y ambientales para contribuir al bien común.

Una de las transformaciones más demandadas es el paso de compañías cuyo objetivo es exclusivamente el beneficio económico a empresas con un propósito compartido, es decir, que equilibren su cuenta de resultados con generar un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente.

En este sentido, si bien no existe un conocimiento claro entre la ciudadanía sobre este tipo de empresas, el 74 % de la sociedad española, según nuestro estudio, cree que es muy necesario que existan empresas con este nuevo modelo para la transformación del sistema, pero no termina de confiar en que este modelo sea actualmente una realidad o solo “fachada”.

¿Quién lidera el proceso?

Las instituciones sufren una notable crisis de legitimidad como reflejo de la necesidad actual de cambiar los modelos de liderazgo. En este contexto, los movimientos ciudadanos se consolidan como referentes autoorganizados, frente al modelo de lo individual, intrínseco al sistema socioeconómico actual.

Sobre el papel que pueden ejercer en este sentido las instituciones y organismos actuales, el único que aprueba es el ámbito educativo (escuelas, universidades, sistema científico…): el 42 % destaca su papel relevante para que el sistema capitalista se transforme en un modelo que vele por el impacto positivo en la sociedad y el planeta.

Rozando el aprobado se encuentran los organismos internacionales, los movimientos ciudadanos y los medios de comunicación. En el lado opuesto, partidos y líderes políticos, así como la Iglesia y los líderes religiosos, líderes empresariales y Administración Pública.

Pese a un aparente desinterés y apatía, la evidencia demuestra que la ciudadanía está asumiendo un rol más activo y polinizador, alentando a las organizaciones a repensar su propósito más allá de las dimensiones puramente financieras y hacia un sistema económico más inclusivo y sostenible.

Pero veamos las 10 claves para la reinvención del capitalismo atendiendo a la visión de la ciudadanía sobre las empresas con propósito:

  1. La transformación del sistema es ineludible. Más del 78 % considera que el sistema económico tiene que cambiar.

    Las necesidades básicas en el punto de mira. Las personas están preocupadas (más del 70 %) por el triple impacto del sistema en la sociedad. Es necesario prestar atención al trabajo decente, el cuidado de la salud humana y del planeta para tener un sistema socioeconómico “saludable”.La prosperidad para el entorno es especialmente crítica. La creación de empleo y prosperidad para la sociedad es en lo primero que la ciudadanía española espera que inviertan las empresas con propósito.Crisis de legitimidad de las organizaciones. Existe una actitud crítica hacia los referentes tradicionales. Solo aprueban las entidades educativas. Los movimientos ciudadanos son vistos como uno de los motores de la transformación del futuro junto con los organismos internacionales.

  2. Las empresas con propósito son necesarias. El 74 % de la población considera ineludible que las empresas velen por el triple impacto para la transformación del sistema.

  3. Oportunidad para reinventarse. El perfil de una empresa con propósito representa un nuevo modelo que conjuga varias características que no se suelen conectar: lo global y lo local, lo urbano y lo rural. La transformación del sistema pasa por repensar las organizaciones, abrirse a nuevos territorios y a la oportunidad de ser parte del cambio.
  4. El reto de aliarse para el cambio. El desafío para estas empresas es ser motores de cambio en sus sectores y ser uno de los protagonistas de la transformación que se espera del sistema actual.
  5. Crecer en capacidad de impacto social. La población espera que las empresas inviertan en la creación de empleo y prosperidad, que se preocupen por elevar su impacto social, enfocándose en el bienestar general.
  6. Ciudadanía activa: del compromiso al hábito. Un alto porcentaje de las personas consultadas están comprometidas con el desarrollo sostenible y manifiestan tener (más del 60 %) hábitos responsables hacia el medio ambiente y las personas; no obstante, la mayoría dice realizar estos hábitos solo ocasionalmente o casi nunca.
  7. Crear vínculos proactivos con propósito. Las empresas con propósito representan el motor de cambio que puede inspirar al resto de la sociedad con actitudes, acciones y prácticas responsables para contribuir al cambio.

¿Serán capaces estas empresas de demostrarle a los ciudadanos que lo suyo va en serio?

The Conversation

Alejandro Álvarez-Nobell trabaja en la Universidad de Málaga.

Isabel Ruiz-Mora does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organisation that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el original aquí.

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