El caso de Daniel Sancho continúa generando alto interés a nivel mundial, en especial en Tailandia, donde se enfrenta a una dura sentencia por el homicidio de Edwin Arrieta. La rigurosidad de la justicia tailandesa, junto a la presión de la opinión pública del país, pone en una situación complicada a Sancho, a pesar de los esfuerzos de sus abogados por buscar una repatriación a España. En Asia, un fuerte segmento de la población considera que delitos graves como el asesinato o el tráfico de drogas deben ser castigados severamente, lo que podría influenciar el resultado del juicio.
Desde el punto de vista familiar, el drama es palpable en ambos lados. Rodolfo Sancho, padre del acusado, muestra su desesperación y compromiso por ayudar a su hijo, mientras que la familia de la víctima, representada por Darlin Arrieta, expresa su profundo dolor y exige una justicia contundente. La estrategia de la defensa, que ha incluido el reconocimiento inicial del crimen seguido de una retractación, ha sido vista críticamente por expertos legales, indicando posibles fallos en su planteamiento.
Este caso ha capturado la atención internacional, no solo por las implicaciones legales sino también por los dilemas éticos y morales que presenta. El seguimiento de la comunidad internacional resalta el desafío que representa para la justicia tailandesa, así como para los principios del derecho internacional respecto a la repatriación y un juicio justo. La situación de Daniel Sancho se convierte así en un punto de referencia sobre cómo se gestionan los crímenes graves cometidos por extranjeros, subrayando la complejidad humana y legal del caso.
