La importancia de la educación emocional en la infancia
En la actualidad, son cada vez más los expertos que enfatizan la importancia de la educación emocional en la infancia. Howard Gardner, un reconocido psicólogo estadounidense, descubrió que todas las personas poseen múltiples tipos de inteligencia, como la musical, la lingüística, la matemática, la naturalista, la espacial y la cinestésica, entre otras. Cada individuo tiene estas inteligencias en diferentes proporciones, por lo que es fundamental ayudar a los más pequeños a potenciar cada una de ellas.
Daniel Goleman, discípulo de Gardner, introdujo la inteligencia emocional como una de las inteligencias múltiples, señalando que se trata de la capacidad de reconocer y comprender los propios sentimientos, así como los de los demás. Si trabajamos las emociones desde temprana edad, lograremos que los niños se conviertan en adultos emocionalmente inteligentes, una habilidad indispensable en la vida. Una persona emocionalmente inteligente es capaz de conocerse a sí misma, reconocer su estado de ánimo en cada momento y controlar sus impulsos frente a las emociones o los cambios.
A medida que los niños crecen, aprenden a gestionar sus emociones. Sin embargo, es posible mejorar las habilidades innatas para controlar las emociones negativas y transformarlas en emociones positivas que generen satisfacción y bienestar.
Se recomienda comenzar a trabajar con los niños en el desarrollo de las emociones básicas, como la alegría, la tristeza, la ira y el miedo, ya que son las primeras que experimentan y reconocen. Con el tiempo, las emociones se vuelven más complejas. El desarrollo emocional está estrechamente relacionado con el desarrollo general, por lo que cuando los niños comienzan a verbalizar, les resulta más fácil poner nombre a cada emoción y aprender a gestionarlas. También comienzan a aparecer emociones como la vergüenza, relacionada con la preocupación por la opinión de los demás, y la culpa, a medida que intentan evitar decepcionar a los adultos o a sus compañeros.
Una de las habilidades esenciales en la educación emocional es la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Esto ayuda a reconocer los propios sentimientos y los de los demás, además de fomentar el desarrollo de habilidades sociales, el trabajo en equipo y el comportamiento adecuado en la convivencia.
¿Cómo trabajar desde casa con los más pequeños? En primer lugar, es importante desarrollar la empatía, enseñarles a ponerse en el lugar del otro y a comprender cómo se siente esa persona en situaciones de conflicto. Además, es fundamental hablar sobre las propias emociones, utilizando palabras que describan cómo nos sentimos, como «contento», «triste» o «enfadado». El diálogo y la reflexión son herramientas esenciales para que los niños aprendan a gestionar sus emociones y se sientan comprendidos.
En Logos Nursery School, la escuela de padres ofrece técnicas y recursos para la gestión emocional en los niños. Además, el prestigioso programa RULER se integra en la programación curricular, brindando herramientas para el desarrollo de la inteligencia emocional.
El Colegio Logos (Logos Nursery + Logos International School) es una institución educativa internacional y bilingüe ubicada en la zona noroeste de Madrid. Actualmente, se encuentra posicionado entre los 4 mejores colegios de España, según el Ranking El Mundo 2022. Basado en la internacionalización, la educación en valores, la innovación educativa y el espíritu deportivo, el Colegio Logos busca formar a sus estudiantes de manera integral, incluyendo el desarrollo de la inteligencia emocional.
En conclusión, la educación emocional en la infancia es de vital importancia para el desarrollo de habilidades sociales, la gestión de emociones y el bienestar general. Trabajar con los niños desde edades tempranas les permitirá convertirse en adultos emocionalmente inteligentes, capaces de reconocer y gestionar sus propias emociones, así como entender y empatizar con los sentimientos de los demás.
