La endometriosis es una enfermedad que afecta a una de cada diez mujeres y que merece más atención y comprensión. En el mes de marzo, se destaca esta condición que puede causar dolor, sangrado e incluso infertilidad en algunas pacientes. La Dra. Blanca Fernández, ginecóloga de Policlínica Gipuzkoa, describe la endometriosis como «una enfermedad ginecológica caracterizada por la generación de implantes del propio endometrio del útero fuera del mismo».
El dolor menstrual es uno de los síntomas más comunes de la endometriosis, pero también puede manifestarse en otros momentos como durante la ovulación, las relaciones sexuales, e incluso con la micción o la defecación. Además del dolor, esta enfermedad puede contribuir a la esterilidad, lo que representa un desafío emocional y físico para muchas mujeres.
En cuanto al tratamiento de la endometriosis, la Dra. Fernández destaca la importancia de adoptar un estilo de vida saludable, haciendo ejercicio y manteniendo una dieta equilibrada, especialmente la dieta mediterránea. El manejo del dolor puede incluir antiinflamatorios y tratamientos hormonales diseñados para disminuir el grado de estrógenos y ralentizar la enfermedad.
Aunque el diagnóstico de la endometriosis requiere cirugía para confirmarse, se pueden realizar pruebas de imagen como ecografías o resonancias magnéticas para intuir la presencia de la enfermedad. Aunque no existe una cura definitiva, existen tratamientos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las pacientes.
En resumen, la educación sobre la endometriosis, junto con un enfoque integral de tratamiento y apoyo, puede marcar la diferencia en la vida de las mujeres que padecen esta enfermedad. Es fundamental acudir a consulta médica cuando el dolor interfiera en las actividades de la vida diaria, y buscar el apoyo de profesionales especializados en el manejo de la endometriosis.
La Dra. Blanca Fernández, ginecóloga de Policlínica Gipuzkoa, ofrece su experiencia y conocimientos para ayudar a las mujeres afectadas por la endometriosis a mejorar su calidad de vida. Con un enfoque multidisciplinario y un tratamiento personalizado, es posible controlar los síntomas y vivir de manera más plena a pesar de esta enfermedad.
