La Caballada de Atienza, historia e identidad serrana

La Caballada de Atienza: una tradición de 850 años

En pleno siglo XII, tras la muerte del rey castellano Sancho III, su hijo Alfonso, de tan solo tres años, se encontró en la complicada situación de tener que enfrentarse al objetivo de su tío Fernando II, rey de León, de unificar los dominios de León y Castilla bajo su corona. En este contexto, las familias nobles de los Castro y los Lara luchaban por la tutoría del rey niño, que por testamento correspondió a los primeros. Sin embargo, tras un tiempo los Lara, creyendo que los Castro se estaban enriqueciendo sin llevar a cabo la noble labor que correspondía, decidieron raptar a Alfonso. Los Castro acudieron al rey Fernando II para pedir su ayuda y conseguir que Alfonso fuera traído de vuelta, pero el rey leonés aprovechó la excusa para intentar conseguir sus propias pretensiones.

Así fue como el caballero Pedro Núñez de Fuentearmegil cogió a Alfonso y lo llevó desde Soria hasta Atienza, pasando por San Esteban de Gormaz, para evitar que el niño tuviera que jurar vasallaje al rey de León. Fernando II cercó la ciudad en un intento de hacer que Atienza entregara al niño, pero los miembros del gremio de arrieros, el más importante de la ciudad, sacaron a Alfonso del asedio escondido entre las mercancías y lo llevaron hasta la inexpugnable Ávila. En conmemoración de este acto heroico, se celebra La Caballada de Atienza cada año desde hace más de ocho siglos.

Cada domingo de Pentecostés, todos los habitantes de Atienza participan en la celebración de La Caballada. Los preparativos comienzan el sábado de vísperas y varios personajes tienen un papel importante en la fiesta como el Prioste y la Priosta, el Manda, los Seises o el Mayordomo. El domingo de Pentecostés, el Manda recorre con dulzaineros la Villa despertando a la población y se reúnen frente a la casa del Prioste para salir en comitiva hacia la ermita de la Estrella, previo paso por la casa del Abad.

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En la ermita se celebra la misa, la procesión y la «Plantá del Mayo», del que cuelgan roscas y dulces. Los cofrades comen tras bailarle a la virgen y, por la tarde, se da uno de los eventos más característicos de la fiesta, las Galopadas, que exhiben una fuerza y una nobleza que han acabado por ser uno de los platos fuertes de esta fiesta tan pura y antigua.

La Caballada de Atienza no es solo una fiesta de un puñado de días festivos, sino que forma parte de una tradición de más de 850 años que llena de identidad y pasión la ciudad y toda la Sierra Norte de Guadalajara. ADEL Sierra Norte se encarga de divulgar las tradiciones de la comarca.

Si deseas conocer más sobre La Caballada y la historia y cultura de la región, visita Atienza en domingo de Pentecostés.

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