El Ejército de Israel ha intensificado sus acciones en Cisjordania, resultando en la muerte de cinco palestinos durante una incursión en la ciudad de Tulkarem. Según fuentes oficiales israelíes, los fallecidos, refugiados en una mezquita, fueron identificados como objetivos terroristas, entre ellos, Muhamed Yaber, conocido como Abu Shayá, señalado de encabezar actos violentos contra Israel desde el campamento de refugiados de Nur Shams.
La operación desplegada en la mezquita también dejó heridas a un agente de la Policía Fronteriza, quien fue trasladado a un centro médico para recibir atención. La medida adoptada por el Ejército israelí ha generado consternación entre la población local, que denunció la prohibición de acceso a ambulancias en el lugar del suceso y la confiscación del cuerpo de uno de los jóvenes fallecidos, Majd Mayed Daud, de 21 años de edad.
Este incidente se inscribe en una sucesión de incursiones militares iniciadas a principios de octubre, después de un asalto por parte de Hamás, que ha desencadenado una escalada de violencia en la región. En una acción descrita por Israel como una lucha contra el terrorismo, las fuerzas israelíes han ejecutado una operación a gran escala en el norte de Cisjordania, la cual ha provocado la muerte de al menos once palestinos, incluyendo menores de edad, y decenas de heridos en su primer día.
Este aumento de la violencia ha traído consigo un saldo considerablemente alto de bajas. Desde el 7 de octubre, más de 660 palestinos han muerto como resultado de las operaciones israelíes y ataques de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este, en tanto que el ataque inicial de Hamás se cobró la vida de 1,200 personas, dejando además 240 rehenes. Del lado palestino, los oficiales en Gaza han reportado más de 40,500 muertos debido a los ataques israelíes. La situación actual subraya la profundización de la crisis humanitaria en la región y el urgente llamado a la comunidad internacional para buscar soluciones que pongan fin a la escalada de violencia.
