El Gobierno regional adjudica por 384.000 euros la obra de rehabilitación del Puente árabe de Guadalajara

El Gobierno regional ha adjudicado la obra de rehabilitación del Puente árabe de Guadalajara, una actuación a la que destinará una inversión de 384.000 euros. La empresa adjudicataria de la obra ha sido COMPOSAN que, según la mesa de contratación, presentó la mejor oferta económica y técnica de las 14 empresas que se presentaron al concurso.

El delegado de la Junta en Guadalajara, Alberto Rojo, ha mostrado su satisfacción porque esta obra “que garantizará el mantenimiento de una infraestructura emblemática de la ciudad de Guadalajara, como es el puente árabe, ha ido cubriendo todos los hitos necesarios para ser una realidad”. Del mismo modo ha puesto de manifiesto que la realización de esta inversión es “otro compromiso cumplido del presidente García-Page en la ciudad de Guadalajara”.

La obra salió a licitación el 4 de julio por un presupuesto de 523.606,87 euros. La adjudicación de esta actuación se realizó de manera provisional el 18 de septiembre. El 8 de octubre se elevó a definitiva y hoy mismo se firmará el contrato entre el Gobierno regional y la empresa adjudicataria. A partir de aquí, la empresa tendrá como máximo un mes de plazo para la firma del acta de replanteo, que supondrá el inicio oficial de la obra. El plazo máximo de ejecución de las obras según la adjudicación de las mismas será de 8 meses.

Actuación proyectada

Los orígenes del Puente Árabe de Guadalajara se remontan a los años de transición del siglo X al XI, en la época árabe califal. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1931. Su construcción está protegida por la categoría de Bien de Interés Cultural, por lo que toda actuación sobre el mismo debe ser respetuosa con la imagen actual del puente.

Las actuaciones proyectadas en él por el Gobierno regional tienen como finalidad garantizar la seguridad estructural del puente y prolongar la vida útil del mismo, sin afectar en ningún caso la imagen actual, por la que fue declarado Monumento Histórico Artístico.

En concreto, la rehabilitación se centrará en diversos elementos del puente, especialmente en lo que ha supuesto la ampliación del tablero a principios del pasado siglo. Se realizará una reconstrucción de todas y cada una de las costillas con hormigón autocompactante para evitar el vibrado y además garantizar una buena compacidad que proteja mejor las costillas interiores de acero. También está prevista una minuciosa actuación sobre los arcos y tajamares, tanto desde el punto de vista de limpieza como en lo que se refiere al rejuntado de la mampostería o la reconstrucción de los mismos. La actuación se completará con la reconstrucción de las aceras, pavimentación e iluminación.

El puente tiene una anchura total de 10 metros, una calzada de 7,60 metros que coincide con la anchura entre tímpanos del arco, y unas aceras de 1,20 metros. Está construido íntegramente en piedra labrada y consta de cinco arcos de medio punto sobre el río. Los dos primeros sobre la margen izquierda son de origen árabe y entre ellos aparece un arco de herradura situado sobre un tajamar que actúa como aliviadero en las crecidas del río. Los dos arcos siguientes son arcos reconstruidos en la época de Carlos III con sillares labrados. Fuera del río, consta de cuatro arcos más, tres de los cuales han sido recientemente destapados al retirar la maleza y lodo que los cubría.

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