El presidente Donald J. Trump ha firmado hoy una orden ejecutiva destinada a reforzar el papel de las agencias de law enforcement, con el objetivo de permitirles perseguir implacablemente a los criminales y proteger a las comunidades estadounidenses. Este decreto da instrucciones al Attorney General para implementar una serie de medidas que buscan empoderar a las fuerzas locales y estatales en su labor frente al crecimiento de la criminalidad.
Entre las directrices establecidas en la orden se encuentra la creación de un mecanismo para proporcionar recursos legales a los oficiales que enfrenten gastos injustos derivados de sus funciones oficiales. Esto incluirá asistencia pro bono y busca maximizar la utilización de recursos federales para mejorar la capacitación, aumentar los salarios y beneficios de los agentes, además de fortalecer las protecciones legales y buscar penas más severas para los delitos cometidos contra ellos.
El impulso por parte de Trump también se traduce en la revisión de decretos federales que involucren a departamentos de policía locales, con el fin de modificar o rescindir aquellos que obstaculicen su desempeño. Adicionalmente, se contempla aumentar la provisión de activos militares excedentes para apoyar a las fuerzas del orden locales.
A través de esta orden ejecutiva, el presidente Trump reafirma su compromiso en la lucha contra el crimen en un contexto en el que millones de estadounidenses viven con el temor de que la creciente criminalidad afecte sus vidas, hogares o negocios. La narrativa sostiene que las políticas de «mano blanda» promovidas por administraciones demócratas han contribuido a un aumento de la inseguridad, al dar la espalda a la ley, facilitar la liberación de delincuentes peligrosos y permitir que los delitos menores, como el robo y el vandalismo, proliferan sin consecuencias.
Trump enfatiza que este enfoque es parte de su promesa de campaña de “hacer América segura nuevamente”, apuntando a una serie de logros anteriores, desde la implementación de medidas estrictas en la frontera hasta el establecimiento de un grupo de trabajo diseñado para mejorar la seguridad en la capital del país y combatir organizaciones delictivas internacionales.
La nueva iniciativa, que utilizará Task Forces del Departamento de Seguridad Nacional para fomentar la coordinación entre niveles de gobierno, se presenta como una respuesta decisiva a lo que el presidente percibe como fallas en las políticas actuales. Al hacerlo, se propone restaurar la ley y el orden, garantizando que cada comunidad esté mejor protegida de la criminalidad y la anarquía.
Fuente: WhiteHouse.gov
