Fertilizante a base de insectos, una solución 100% sostenible para mejorar la producción del melón y la sandía en CLM

El melón y la sandía contienen una gran cantidad de agua, por lo que son idóneas para calmar la sed y reponer el agua y sales minerales que el cuerpo humano pierde a lo largo del día, convirtiéndose en unas de las favoritas para la época de verano. Ambas son bajas en calorías y azúcares. El melón contiene vitaminas A, B y C, además de potasio, hierro y fósforo y, por su parte, la sandía es una fruta altamente hidratante, depurativa y antioxidante debido a los betacarotenos. Poseen minerales, fibra y nutrientes antioxidantes que ayudan a prevenir algunos tipos de cánceres y retrasan el envejecimiento celular.

Según un informe del Ministerio de Agricultura y Pesca en el que analiza la campaña de sandía y melón, el año pasado se registró un aumento de la superficie dedicada a ambos cultivos, así como de la media de la evolución de su exportación, un 36% y 7%, respectivamente. Por otro lado, respecto al consumo en hogares, el dato del año pasado se sitúa por encima de la media, aunque experimentó un ligero descenso con respecto al año anterior. Castilla-La Mancha es una de las regiones de España líder en estos cultivos, cuya superficie destinada a estas frutas ha subido un 37% en el caso de la sandía, alcanzando así las 3.320 hectáreas, y un 45% en el del melón, situándose casi en las 3.900 hectáreas, tal y como refleja la Encuesta de Superficies y Cultivos 2021 del MAPA.

Con el objetivo de continuar impulsando la producción ecológica en nuestro país, así como el cultivo de estas frutas veraniegas en Castilla-La Mancha, la biotecnológica Tebrio, especializada en la cría y transformación del insecto Tenebrio Molitor, ha desarrollado el primer fertilizante 100% ecológico. Una solución innovadora que contribuye a conseguir una agricultura más respetuosa con el medio ambiente y de mejor calidad. :oFrass es un biofertilizante a base de excrementos del insecto Tenebrio Molitor, más conocido como el gusano de la harina, que incrementa la salud de los cultivos y frutas, promueve su desarrollo vegetativo y mejora las condiciones de fertilidad del suelo para favorecer la captación de nutrientes y la retención de agua.

De este modo, entre otros beneficios que aporta al cultivo del melón y la sandía, :oFrass contribuye al crecimiento de las plantas con un mayor rendimiento y calidad y otorga mayor tolerancia ante los diferentes tipos de estrés que puedan sufrir. Además, este fertilizante también tiene ventajas para el agricultor pues ayuda al aumento de la producción, reduce los costes, ya que requiere el uso de una dosis inferior, evita la aparición de posibles plagas procedentes del abono y tiene un efecto inhibidor de hongos y patógenos, entre otros.

En este sentido, Tebrio ha realizado un estudio en el que analiza el efecto de :oFrass en el melón, comparando los resultados conseguidos en dos parcelas de un invernadero tratadas con el mismo manejo fitosanitario y nutricional y fertilizantes químicos, con la única diferencia del aporte de :oFrass en una de ellas. Tras el estudio se observó en la parcela tratada con :oFrass un incremento de la cosecha, frutos de mayor calibre, mayor número de frutos comerciales por planta, mejor escriturado del fruto (parámetro de calidad), así como el aumento del peso de las frutas.

“España es uno de los países líderes en el mundo en agricultura ecológica y, por eso, en Tebrio desarrollamos productos sostenibles de primera calidad que tienen como objetivo favorecer un suelo sano y equilibrado para obtener los mejores resultados posibles en la cosecha de cultivos como el melón y la sandía, a la vez que respetan el medio ambiente y contribuyen a impulsar a España como líder del sector”, señala Miguel Ángel Álvarez, director de Agro en Tebrio.

Aplicaciones y beneficios de :oFrass en los cultivos

:oFrass permite reducir el estrés de origen abiótico (exceso o defecto de agua, frío, salinidad), la necesidad de pesticidas, reducción del uso de fertilizantes nitrogenados, los costes de abonado y la mano de obra asociada al cultivo. Se caracteriza también por tener capacidad Bio-Fortificante, Bio-Estimulante y Bio-Fitofortificante, contiene una gran cantidad de nutrientes esenciales, microorganismos beneficiosos así como materia orgánica, a la vez que mantiene una relación de carbono/nitrógeno óptima. Además, junto con su valor de PH neutro, mejora las capacidades del suelo y las interacciones de la planta con el medio a todos los niveles.

Por otro lado, su contenido en quitosano favorece la sanidad del cultivo en el entorno radicular, vital en los procesos de captación de agua y nutrientes para el correcto desarrollo de las plantas, y activa las defensas naturales de éstas, de forma que están más protegidas frente a ataques externos.

Estas características son imprescindibles a la hora de lograr una transición hacia una agricultura más sostenible y respetuosa con el medioambiente.

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