La implementación de dispositivos de seguimiento y un registro electrónico de capturas será obligatoria para todos los buques pesqueros europeos, conforme a las nuevas normas de control de la pesca anunciadas por la Comisión de Pesca de la Unión Europea.
Estas disposiciones, que entrarán en vigencia a partir de 2023, buscan mejorar la gestión de los recursos marinos, garantizar la sostenibilidad de las actividades pesqueras y combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR). La medida también se enmarca dentro de los objetivos del Pacto Verde Europeo y pretende avanzar hacia una industria pesquera más transparente y responsable.
La iniciativa establece que todos los buques, independientemente de su tamaño, deberán estar equipados con dispositivos de seguimiento para monitorear su posición en tiempo real. Además, se implementará un sistema de registro electrónico de las capturas, lo que permitirá una recopilación de datos más precisa y eficiente en comparación con los métodos tradicionales basados en documentos en papel.
«Estas medidas son cruciales para garantizar que la pesca en aguas europeas se realice de manera sostenible y responsable», señaló un portavoz de la Comisión de Pesca. «La tecnología moderna nos proporciona herramientas efectivas para supervisar las actividades pesqueras y asegurar que se cumplan las normativas internacionales».
La introducción de estos sistemas electrónicos pretende facilitar la labor de las autoridades pesqueras en la monitorización y control de la actividad de las flotas. Asimismo, se busca proporcionar una mayor transparencia a los consumidores, quienes podrán acceder a información detallada sobre el origen y la trazabilidad de los productos pesqueros.
El sector pesquero deberá adaptarse a esta transformación tecnológica, lo que implica una inversión en nuevos equipos y habitabilidad para incorporar los sistemas de seguimiento y registro. Pese a ello, se espera que las medidas contribuyan al largo plazo a una explotación más sostenible de los caladeros y una mejor conservación de los stocks pesqueros.
Las reacciones entre los actores del sector han sido mixtas. Mientras algunos pescadores expresan su preocupación por los costos adicionales y la carga administrativa, otros respaldan las nuevas normas y reconocen su importancia para preservar los recursos marinos y mantener la viabilidad económica de la pesca en la región.
En última instancia, la Comisión de Pesca confía en que estas normativas contribuirán significativamente a alcanzar los objetivos de sostenibilidad establecidos por la Unión Europea y a fortalecer la competitividad del sector pesquero europeo frente a los desafíos globales. Las medidas, vistas como un paso fundamental hacia una gestión pesquera del siglo XXI, marcan un hito en la protección y conservación de los océanos y sus recursos.
Nota de prensa UE
