El Hospital Virgen de la Luz de Cuenca ha sido reconocido por su destacada contribución al reciclaje de contraste yodado empleado en pruebas radiológicas. Profesionales de Enfermería de este centro, perteneciente al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), han sido premiados por su colaboración en un exitoso proyecto de reciclaje junto con la compañía GE Healthcare.
Las prácticas de reciclaje se implementaron en febrero de 2023, respondiendo a la necesidad de mejorar la sostenibilidad y proteger el medio ambiente. En este período, se recogieron aproximadamente 69 litros de contraste yodado en 23 contenedores especiales. La supervisora de Radiodiagnóstico y abanderada de la iniciativa, la enfermera Marta Hernández, destacó que anteriormente, el excedente de los viales se desechaba como residuo. Ahora, los remanentes del medio de contraste que no han estado en contacto con los pacientes, se recolectan y envían a GE Healthcare, donde el yodo se separa y purifica para su posterior reutilización.
Esta práctica, adoptada de forma altruista por el personal del hospital, es especialmente relevante dado que el yodo es un recurso escaso y su extracción y desecho tienen un fuerte impacto ambiental. El programa de reciclaje está alineado con los principios de sostenibilidad y gestión eficiente de residuos propuestos por la Gerencia del Área Integrada de Cuenca y con la Estrategia de Economía Circular de Castilla-La Mancha, siendo esta comunidad la primera en España donde los hospitales pueden reciclar medios de contraste yodados desde enero de 2022.
El compromiso del Hospital Virgen de la Luz no se limita a la reutilización del contraste yodado, sino que es parte de un enfoque más amplio hacia la eficiencia energética y la reducción de emisiones de carbono. Entre sus acciones se incluyen la próxima instalación de energía fotovoltaica en diversos centros de salud y la mejora en el rendimiento energético en las instalaciones del nuevo Hospital Universitario de Cuenca.
La labor del hospital en materia de sostenibilidad refuerza los objetivos ambientales a nivel regional y establece un ejemplo de las buenas prácticas que pueden adoptar otras instituciones sanitarias para contribuir al cuidado del planeta.
