En menos de dos meses, la 69º edición del Festival de Eurovisión abrirá sus puertas y los 37 países participantes ya están afinando los últimos detalles para deslumbrar en uno de los escenarios más prestigiosos del continente europeo. El próximo 17 de mayo será la cita en la que los eurofans finalmente sabrán quién se alzará con el ansiado Micrófono de Cristal.
Entre los participantes, la representante española, Melody, quien con su tema «Esa diva» busca conquistar Europa, no ha empezado con buen pie en las casas de apuestas, situándose por debajo del puesto 30. A pesar de haber ajustado su producción para darle un enfoque más internacional, la sevillana tiene un duro camino por delante para remontar y convencer tanto al jurado como al público. La competición promete ser reñida y los cambios de último minuto en su puesta en escena podrían jugar un papel crucial en su ascenso en el ranking.
Los ojos están puestos en los representantes de Suecia, Austria, Francia, Países Bajos y Finlandia, quienes lideran las apuestas este año. Israel también emerge como un competidor fuerte, beneficiado, quizás sorprendentemente, por el contexto político actual. Sin embargo, el festival de este año no ha estado exento de controversias, particularmente en torno a las propuestas de algunos países que han sido requeridas para modificar sus actuaciones por ser consideradas «demasiado sexuales» por la Unión Europea de Radiodifusión (UER).
De Albania a Ucrania, pasando por innovadoras propuestas como la de Estonia con Tommy Cash y su polémico «Espresso Macchiato», cada país presenta una apuesta única que refleja su identidad musical y cultural. Desde el folk letón de Tautumeitas, pasando por el enérgico «What The Hell Just Happened?» del Reino Unido, hasta la incandescente balada «Mila» de Serbia, Eurovisión 2025 promete ser un crisol de géneros y estilos que celebran la diversidad y la creatividad musical.
Este año, el festival no solo será un espectáculo musical sino también un campo de batalla donde la innovación, el talento y la estrategia se entrelazarán para conquistar al vasto público eurovisivo. Mientras Melody y los demás competidores afinan sus voces y coreografías, los fans ya cuentan los días para ser testigos de la magia, el drama y el destello de Eurovisión 2025. ¿Quién se llevará el micrófono de cristal a casa? Solo el tiempo, y los votos, lo dirán.
