En una jornada marcada por la inclusión y el reconocimiento hacia las personas con discapacidad, el recinto de La Hípica se ha convertido en un espacio de encuentro y celebración. Desde tempranas horas de la mañana, los terrenos habituados a la equitación han sido ocupados por un sinfín de actividades lúdicas y educativas destinadas a crear un puente entre los jóvenes estudiantes y las asociaciones y entidades que trabajan a favor de las personas con discapacidad.
La energía de los niños, la ilusión que se podía percibir en sus rostros, fue tan contagiosa que no tardó en esparcirse entre los organizadores y asistentes. El propósito de las actividades, claramente logrado, fue involucrar a los escolares de manera directa en el mundo de la discapacidad para fomentar la empatía, el conocimiento y la solidaridad desde una edad temprana.
La dinámica de la jornada prometía una transición hacia un evento de carácter más solemne. Con la llegada de la tarde, el telón del Teatro Auditorio ‘José Luis Perales’ se abrió para celebrar el acto institucional que daría continuidad a la conmemoración. El escenario, conocido por ser cuna de múltiples expresiones artísticas y culturales, fue el anfitrión perfecto para dar voz a las historias, retos y logros de aquellos que a diario superan barreras y derriban prejuicios.
La comunidad, representada por autoridades locales, asociaciones y ciudadanos, se unió en esta importante fecha simbólica para reafirmar su compromiso con la inclusión y la igualdad de oportunidades. El mensaje fue claro: cada persona cuenta, y el respeto a la diversidad debe estar presente en todos los ámbitos de la sociedad.
Los eventos de La Hípica y el Teatro Auditorio ‘José Luis Perales’ no solo fueron un recordatorio de la importancia de la empatía y la inclusión social, sino también un claro ejemplo de cómo la comunidad puede unirse para celebrar y apoyar la valiosa contribución de las personas con discapacidad en nuestra sociedad.
