La Fundación Franz Weber ha condenado este jueves a Castilla-La Mancha Media (CMM) por vulnerar la Ley de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia al seguir retransmitiendo corridas de toros y cacerías en sus programas habituales de televisión y otras normativas, vulnerando así los derechos de la infancia. y la ley general audiovisual.
A la legislación se suma el Código de Autorregulación de 2015, cuyo apartado II.1.F especifica “Evitar los mensajes o escenas de explícito contenido violento o sexual que carezcan de contenido educativo o informativo en los programas propios de la audiencia infantil, así como en sus cortes publicitarios”. Todo lo contrario a lo que sucede por ejemplo en las emisiones en directo de novilladas y corridas de toros, donde se pueden contemplar escenas de crueldad explícita aderezadas con una narración favorable a estos hechos.
La ONG internacional explica que diversos estudios ya han demostrado la vinculación de la exposición a la violencia con el desarrollo de problemas de salud mental durante la niñez y adolescencia, resaltando además que la participación durante estas edades en actos de maltrato animal es un marcador importante para las actitudes antisociales y conductas agresivas.
Mientras la propia Ley del Menor establece que es un deber de todo menor “respetar a los animales”, la estrategia de CMM promociona la tauromaquia y la caza en el denominado ‘horario de protección infantil’ a través de imágenes explícitas y también acciones publicitarias de productos relacionados.
Las emisiones chocan además con la LOMLOE, la última reforma educativa aprobada por las Cortes Generales, que establece entre sus objetivos que los niños conozcan y valoren a los animales, y se adopten modos de comportamiento que favorezcan la empatía y su cuidado. Todo ello resulta contradictorio con la promoción, fomento y divulgación de la caza y la tauromaquia entre los jóvenes, actividades cimentadas en el uso de la violencia.
En este sentido el Comité de los Derechos del Niño de la ONU viene expresando su preocupación por la exposición de los menores de edad a actividades en las que hubiese cualquier forma de violencia, y advirtió de forma explícita a España en 2018, instando a alejar a los menores de los eventos tauromáquicos.
Con estos antecedentes legales y científicos Fundación Franz Weber censura que CMM insista en una banalización de la violencia, trivializar sobre el uso de armas de fuego empleadas para matar animales y en el maltrato directo a bóvidos como espectáculo.
Prevención de sociedades violentas.
Investigaciones realizadas desde la década de los 90 sugieren que la participación durante la infancia y la adolescencia en actos de maltrato animal es un marcador importante para las actitudes antisociales y conductas agresivas, así como un predictor de la violencia interpersonal en la edad adulta.
La estrategia audiovisual ahonda en una problemática ampliamente estudiada, el concepto de la violencia interrelacionada y como la misma ha llegado a detectar que los jóvenes que han maltratado a animales a una edad temprana son más propensos a justificar que un padre agreda a sus hijos y que un hombre agreda a su esposa (Flynn,1999).
Se ignoran las más de 60 muertes provocadas por cazadores desde 2010.
Promocionar la caza en televisión supone también ocultar deliberadamente la realidad de una actividad que ha causado 63 muertes en España en el periodo 2010-2020, mientras que otras 483 han sufrido lesiones de diversa consideración.
Rubén Pérez, responsable de campañas de la ONG, señala: “CMM debería seguir las directrices legales que indican la necesidad de enseñar empatía hacia los animales desde edades tempranas, y fomentar que vean cacerías o novilladas no parece, desde luego, el mejor ejemplo para una televisión pública”.