Recientemente, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado una serie de nuevas regulaciones y programas destinados a administrar y proteger la práctica de la pesca en la región para el año 2024. La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, informó sobre la introducción de la nueva Orden de Vedas de Pesca, la cual determina las especies objeto de pesca, las temporadas adecuadas para su actividad, limitaciones de tallas de captura, cantidades máximas permitidas por pescador y los cebos que se pueden utilizar.
En línea con estos esfuerzos de sostenibilidad y conservación, la consejera ha destacado la aprobación del Decreto que establece el Programa de Conservación de los Refugios de Pesca en la región. Este programa se centra en la protección de poblaciones de trucha común genéticamente puras, considerada una especie de interés preferente. Estas y otras disposiciones se publicarán próximamente en el DOCM.
Gómez ha reafirmado la importancia de estas medidas, señalando que persiguen una práctica pesquera eco-compatible y están diseñadas para cada tipo específico de masa de agua en el territorio. Destacó también el valioso impacto económico de la pesca, que está estimado en unos 3,2 millones de euros anuales, sobre todo debido a su efecto dinamizador en las zonas ribereñas y rurales.
El número de licencias de pesca en la región, que ascendieron a 97.000 en 2023, refleja la relevancia de esta actividad. Además, se menciona el impulso que ha tenido la pesca desde que las licencias se volvieron gratuitas para los residentes de la comunidad a partir de febrero de 2022.
Respecto a la nueva Orden de Vedas para 2024, se implementarán ajustes basados en estudios recientes y con el acuerdo de los actores vinculados a la conservación fluvial. Por ejemplo, se prohíbe acotar tramos de ríos que no estén destinados a concursos, y se establecen nuevas regulaciones en varias provincias como Albacete, Cuenca, Guadalajara y Toledo, enfocadas principalmente en el control de la pesca de ciertas especies y cangrejo rojo, y el manejo del siluro, una especie invasora.
Dentro del Programa de Conservación, se han creado cinco nuevos refugios de pesca para preservar especies autóctonas. Algunos de estos espacios forman parte de la Red Natura 2000 y, en algunos casos, también han sido designados como Reservas Naturales Fluviales. Los refugios afectados en Toledo, Cuenca, Guadalajara y Albacete, así como las modificaciones realizadas en los ya existentes, buscan mantener la integridad de las poblaciones de truchas comunes y asegurar su futuro frente al cambio climático.
Estas iniciativas reflejan el compromiso de Castilla-La Mancha con la preservación de su patrimonio natural y la promoción de un estilo de vida sostenible para las generaciones presentes y futuras.