“El mayor reto que tiene ahora mismo el sector del vino es llegar al mercado interior”, algo en lo que el Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja desde el inicio de la legislatura con viticultores, organizaciones agrarias, cooperativas agroalimentarias y el resto del sector y que ahora se impulsará más aún a través de un proyecto que se está ultimando de cara a fomentar la cultura del vino junto con la Interprofesional de Vino a través de la Fundación Tierra de Viñedos.
Así lo ha expresado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien ha asistido hoy en el en el acto de celebración del 40 aniversario de la Federación Española del Vino (FEV) en el cual se ha repasado la transformación del sector en las últimas cuatro décadas, los retos estratégicos y los cambios que se esperan en las bodegas para los próximos años, que ha tenido lugar en el Instituto Cervantes de Madrid.
A preguntas de los medios de comunicación de manera previa a esta conmemoración, ha felicitado a la federación por este aniversario y ha recordado que en “Castilla-La Mancha tenemos empresas de las más importantes a nivel nacional, de las que más venden en el mundo y para nosotros en fundamental el papel de la FEV”.
Una de las tareas “pendientes” aún, ha explicado, pasa por el fomento del vino, “para que los ciudadanos de hoy y del mañana aprendan a valorar el vino y se fomente su consumo con moderación”.
Así, ha indicado Martínez Arroyo “se ayuda al sector en su conjunto”, tanto empresas como viticultores “y nos ayudamos a nosotros mismos” ya que “en Castilla-La Mancha el sector es el motor económico y social de una parte muy importante de nuestro medio rural”.
En este sentido, ha repasado la situación positiva del sector, en cuanto a ventas, por ejemplo, en un momento, además, en el cual se prevé afrontar “en buenas condiciones la próxima vendimia”. En este punto, “ahora es el momento”, ha dicho, de impulsar este consumo interior.
Y para ello, llegar al colectivo de los jóvenes “es fundamental porque son los consumidores del futuro y hay que iniciarlos en la cultura del vino que se ha ido perdiendo en España en las últimas décadas y particularmente en Castilla-La Mancha”, siempre con un consumo siempre moderado de un producto que forma parte de la dieta mediterránea.
En la región, ha resaltado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, se trabaja en el fomento de la calidad desde el inicio de la legislatura con medidas adoptadas como la diferenciación de pago del producto por la calidad o priorizando aquellas variedades que al final del proceso terminan embotelladas, y trazando un camino para conseguir alcanzar los 2.500 millones de euros en facturación del vino, destacando que “el producto embotellado con denominación de origen en nuestra región tiene entre cuatro y cinco veces mayor valor añadido que un producto a granel y sin indicación geográfica”.
En el acto de hoy en Madrid, Francisco Martínez Arroyo, ha acompañado a bodegas de Castilla-La Mancha y a las propias organizaciones agrarias y cooperativas agroalimentarias.