Carlos Alcaraz, la joven promesa del tenis español, visitó anoche el programa ‘El Hormiguero’ en un momento complicado de su carrera deportiva, marcado por problemas físicos y la incertidumbre sobre su participación en futuros eventos. En medio de este panorama, Alcaraz compartió con el público cómo el temor a un resultado positivo en un control antidoping ha transformado radicalmente su vida diaria.
Durante su aparición en el popular programa, confesó que las rigurosas regulaciones antidopaje del circuito profesional lo obligan a llevar una estricta vigilancia sobre cualquier sustancia que ingresa a su cuerpo. Esta cautela le impide disfrutar de gestos tan simples como aceptar una copa ofrecida, evidenciando la presión constante a la que se encuentra sometido. «Me ofrecen una copa y tengo que rechazarla», señaló el deportista, subrayando la magnitud del escrutinio al que está sujeto.
En un mundo donde incluso un resfriado común representa un desafío, Alcaraz enfrenta la dificultad de no poder recurrir a medicamentos básicos como el Frenadol, por temor a comprometer su carrera. «No puedo tomarme un Frenadol», expresó con resignación, admitiendo que esto prolonga su recuperación, pero prefiere errar por el lado de la cautela.
La entrevista, que tuvo lugar después de someterse a nuevas pruebas médicas debido a una molestia en el aductor, también abordó la posibilidad de que Alcaraz no participe en el inminente Mutua Madrid Open. Aunque el tenista mantiene la esperanza de competir, reconoció la importancia de escuchar a su cuerpo y no arriesgar su futuro deportivo. «Pensé que iba a mejorar, pero estoy fastidiado», comentó sobre su estado físico, dejando en el aire su participación en el torneo madrileño.
Además de hablar sobre su situación deportiva y el régimen antidopaje, Alcaraz aprovechó para promocionar su documental en Netflix, «Carlos Alcaraz: A mi manera». Este proyecto ofrece una mirada íntima a la vida del tenista y su evolución en el circuito profesional, brindando a los espectadores una perspectiva más personal de su carrera y sus desafíos.
A pesar de los obstáculos y la incertidumbre que rodea su presencia en el Mutua Madrid Open, Alcaraz subrayó la significancia de este evento para él, describiéndolo como uno de los lugares más especiales. Sin embargo, como suele suceder en estos casos, serán los médicos quienes tengan la última palabra sobre su capacidad para competir.
La visita de Carlos Alcaraz a ‘El Hormiguero’ puso de relieve no solo los desafíos físicos que enfrenta, sino también la presión psicológica derivada de las rigurosas normativas antidopaje en el tenis profesional. Su historia es un recordatorio de las complejidades y exigencias que los atletas de élite manejan fuera de los focos y las canchas.
