Este jueves, Castilla-La Mancha ha llevado a cabo un ejercicio de emergencia por inundaciones en Cabanillas del Campo, Guadalajara, en el que han participado más de 110 efectivos de distintos grupos de intervención. El objetivo de este simulacro fue mejorar la implementación de protocolos y medidas contempladas en el Plan Especial de Emergencias de Protección Civil ante el riesgo de Inundaciones (Pricam), para proteger la vida y los bienes de los ciudadanos de la zona.
Eusebio Robles, viceconsejero de Administración Local y Coordinación Administrativa, enfatizó la importancia de ejercitar estos planes con casos hipotéticos para garantizar una reacción adecuada en situaciones reales y la eficiente supervisión y revisión de los protocolos existentes.
El evento contó con la presencia de Robles, Emilio Puig, director general de Protección Ciudadana; Sonsoles Rico, delegada provincial de la Consejería de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital; y el alcalde de Cabanillas del Campo, José García Salinas.
Robles subrayó la necesidad de una coordinación estrecha entre los organismos para una respuesta eficaz y destacó la relevancia de asegurar al público que los sistemas de emergencia son efectivos. Por su parte, el alcalde expresó su gratitud al Gobierno regional por elegir su localidad para el simulacro y por la implementación de una comunicación efectiva entre todas las partes en una emergencia importante.
El ejercicio comenzó con la alerta de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que pronosticaba fuertes lluvias en el Corredor del Henares. Inicialmente, se activó el Plan de Actuación Municipal por Inundaciones de Cabanillas del Campo y luego el Pricam en fase de Emergencia Situación Operativa 1 debido a la magnitud del evento.
Durante el simulacro, se gestionaron diversos escenarios, incluyendo la acumulación de precipitaciones que causó el desbordamiento de los arroyos Valbueno y Cabanillas, el aislamiento de un senderista, y un accidente de tráfico en el casco urbano que necesitó la asistencia de los bomberos para excarcelar a heridos.
También se atendió un vertido de amoníaco a consecuencia de un accidente de camión cisterna, lo que llevó al desalojo del Centro Joven y del Colegio de Educación Infantil y Primaria ‘San Blas’.
El ejercicio permitió probar la eficiencia del Plan Especial de Emergencias de Protección Civil, la rapidez de los grupos de acción, y las medidas de protección a la población. La comunicación fluyó entre los equipos de emergencia, coordinados por el Servicio de Emergencias 112, y hacia los ciudadanos, quienes recibieron un mensaje de alerta a través del sistema Es-Alert y la Red de Alerta Nacional.
Robles agradeció a todos los participantes, que incluyeron a la Guardia Civil, la Policía Local, bomberos, personal de SESCAM, Cruz Roja, Protección Civil, Agentes Medioambientales, y otros servicios de emergencia y mantenimiento pertinentes. El simulacro fue un claro ejemplo del compromiso del Gobierno regional y las instituciones involucradas en garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos ante posibles situaciones de riesgo.
