En un contexto global donde la deforestación se ha convertido en una crisis ambiental apremiante, iniciativas y regulaciones como las implementadas por la Unión Europea y la Fundación COPADE se perfilan como faros de esperanza para mitigar este problema. La Unión Europea, consciente de la importancia de abordar esta crisis, ha establecido la nueva normativa sobre Deforestación (EUDR), que será de aplicación desde el 30 de diciembre de 2024. Esta medida busca asegurar que los productos comercializados dentro de sus fronteras no sean causantes de deforestación ni degradación forestal, marcando un paso histórico hacia una economía más sostenible.
En este panorama, la Fundación COPADE se destaca por su labor proactiva en la lucha contra la emergencia medioambiental. Su proyecto «Bosques Vivos: ciudadanía y empresa comprometidas en la lucha contra la deforestación importada», con el propósito de concienciar a más de 50.000 personas y empresas en adoptar prácticas sostenibles, es un claro ejemplo de su compromiso. Con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), este proyecto abarca integralmente la cadena de producción y consumo, y colabora estrechamente con las comunidades afectadas para promover la sostenibilidad y el comercio justo.
COPADE también hace hincapié en la importancia de garantizar la procedencia sostenible de los productos maderables, trabajando exclusivamente con aquellos certificados por FSC® y Madera Justa®. Este compromiso se extiende a la comercialización, a través de WoodLife Company, de madera de alta calidad y éticamente producida. Además, la relación con organizaciones en Latinoamérica ha permitido la importación de piezas de madera desde Guatemala, siguiendo prácticas de baja intensidad que permiten la regeneración forestal.
Otro aspecto a destacar es la intervención de COPADE en el mercado a través de Gaia & Coast, distribuyendo productos de comercio justo, gourmet, BIO y saludables. Este enfoque retorna en la incorporación de madera de Pino Silvestre de bosques españoles gestionados de manera sostenible, subrayando la perseverancia de la fundación en fomentar la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
Proyectos como «Bosques Vivos» y normativas como la EUDR evidencian el rol crucial de las entidades comprometidas con la sostenibilidad y la responsabilidad empresarial en la protección de los bosques y la promoción de un futuro más sostenible. La adopción de estas prácticas responsables por parte de las empresas es fundamental para contrarrestar la deforestación global y contribuir a la preservación de los pulmones del planeta para las futuras generaciones. Este enfoque integrador no solo beneficia al medio ambiente sino que también establece una economía más ética y sostenible, demostrando que es posible conciliar el desarrollo económico con la conservación ambiental.
