La reciente iniciativa económica entre Estados Unidos y el Reino Unido marca un hito importante en su relación bilateral. En un ambiente de creciente interdependencia global, ambas naciones han acordado lo que se conoce como el Acuerdo de Prosperidad Económica (EPD), que tiene como objetivo fomentar un intercambio comercial más robusto y recíproco entre ambas economías.
El EPD se propone alcanzar tres objetivos clave, fundamentados en la equidad y la reciprocidad. Primero, se busca aumentar tanto la calidad como la cantidad del comercio beneficioso mutuamente, lo que se traduce en la creación de empleos bien remunerados y en el crecimiento económico en ambos países. En segundo lugar, se establecerán mecanismos para eliminar barreras, facilitando así el operar, invertir y comerciar entre las dos naciones. Finalmente, este acuerdo aspira a cimentar la llamada «relación especial» en un contexto de asociación económica duradera.
Cabe señalar que, aunque este documento establece los términos generales del EPD, no constituye un acuerdo legalmente vinculante. Aun así, su firma representa un compromiso firme de ambas partes para fomentar un entorno comercial más justo y sustancial. Como parte de este proceso, se espera que los Estados Unidos y el Reino Unido inicien de inmediato negociaciones para formalizar las propuestas delineadas en el acuerdo.
Entre los puntos más destacados, se abordará la reducción arancelaria. Se anticipa que el Reino Unido disminuirá sus tarifas arancelarias para una variedad de productos estadounidenses, mientras que Estados Unidos hará lo propio con productos británicos. Por ejemplo, se eliminará un arancel del 20% sobre las exportaciones de carne de res de EE. UU., y el Reino Unido establecerá un cupo libre de aranceles para la importación de etanol estadounidense. Estas medidas no solo buscan facilitar el comercio, sino también responder a las preocupaciones de seguridad nacional de ambos países.
El EPD también contempla iniciativas para incrementar el comercio digital. Se negociarán disposiciones ambiciosas que abarquen servicios, incluidos los financieros, así como medidas de comercio sin papel, procesamiento previo a la llegada y procedimientos digitalizados para el movimiento de mercancías.
Además, se fortalecerá la cooperación en temas de seguridad económica, con la intención de abordar las políticas no comerciales de terceros países y mejorar la alineación en estándares de seguridad e inversiones. Ambos países han confirmado su intención de abordar cuestiones relacionadas con la protección de los derechos de propiedad intelectual, las prácticas laborales y las políticas ambientales como parte del marco del EPD.
Sin embargo, los detalles específicos aún están en discusión y se espera que se logren acuerdos adicionales en áreas clave. La meta es garantizar que el Acuerdo de Prosperidad Económica sea no solo un vehículo para el comercio, sino también una base sólida para enfrentar los desafíos económicos del futuro.
Este documento entrará en vigor el 8 de mayo de 2025, y su implementación se basará en un compromiso conjunto de ambas naciones para revisar y ajustar los términos conforme sea necesario, buscando siempre el beneficio mutuo. Con el EPD, Estados Unidos y el Reino Unido están dando un paso significativo hacia el fortalecimiento de su relación económica, en un mundo donde la cooperación y la adaptación son más cruciales que nunca.
Fuente: WhiteHouse.gov