El uso seguro y responsable de los dispositivos digitales es crucial para la seguridad y el bienestar de los niños. Con el acceso sin precedentes a Internet y a toda la información que se almacena en la red, los niños se enfrentan a desafíos significativos en términos de ciberseguridad. Según un informe de Kaspersky, casi la mitad de los niños en España tienen su primer dispositivo conectado a Internet antes de cumplir los 7 años, y el 39% tiene su primer dispositivo antes de los 11 años.
Ante esta situación, es crucial establecer normas y límites que contribuyan a que los menores hagan un uso seguro, responsable y saludable de los dispositivos que reciben. Según el informe de Kaspersky, el 95% de los padres asegura que en sus casas hay ciertas normas al utilizar Internet. Las más frecuentes incluyen establecer un límite de tiempo de uso diario o semanal, prohibir su uso en momentos como comidas o cenas, o instalar un software de control parental en los dispositivos.
Sin embargo, a pesar de estas normas, el 21.5% de los padres ha descubierto a sus hijos hablando con desconocidos en Internet, y el 12.5% ha visto cómo compartían información personal, como el nombre del centro educativo en el que estudian. Los menores son un blanco fácil para los ciberdelincuentes, ya que no cuentan con los conocimientos o recursos necesarios para reconocer situaciones de peligro. Por ello, herramientas de control parental, como Kaspersky Premium, pueden ser de gran ayuda para los padres.
El psicólogo Alberto Soler, con más de una década de experiencia, comparte 10 claves para educar en un uso responsable de las pantallas. Entre estas claves, se incluye fomentar actividades individuales y familiares de ocio que no impliquen el uso de dispositivos digitales, establecer un «toque de queda» para el uso de teléfonos y tablets, y evitar toda exposición a pantallas en la hora previa a irse a dormir.
En resumen, la educación en el uso seguro y responsable de los dispositivos digitales es fundamental para proteger a los niños en un mundo cada vez más conectado. Los padres tienen un papel crucial en establecer normas y límites, así como en fomentar actividades que no impliquen el uso de dispositivos digitales.