La Sexta ha vuelto a impactar con su última aventura en «Apatrullando,» el programa que se adentra en los rincones más oscuros y peligrosos para dar a conocer la realidad que muchas veces pasa desapercibida. En esta ocasión, la producción ha cruzado las fronteras españolas y se ha establecido en Francia, un destino que promete revelaciones tan sorprendentes como preocupantes. La dupla conformada por Jalis de la Serna y el conocido youtuber italiano ‘Zazza’ sigue siendo el eje central de estas investigaciones que no dejan indiferente a su audiencia.
París, la hermosa capital francesa conocida por su arte, cultura y historia, está en plena cuenta atrás para acoger los Juegos Olímpicos. Sin embargo, hay quienes prefieren centrarse en la cara menos amable de la ciudad. De la Serna se encarga de ofrecer una visión de cómo París se está preparando para el magno evento deportivo, pero es ‘Zazza, el italiano’ quien se sumerge en las zonas que el turismo y las postales prefieren omitir.
La primera parada en esta exploración fue Saint-Denis, una comuna quizá recordada por algunos debido a su estadio nacional, pero que también resguarda realidades que contrastan con el brillo parisino. Por la noche, la seguridad se convierte en una moneda al aire, particularmente para las mujeres, evidenciando un problema de seguridad que urge ser abordado. ‘Zazza’ descubre más que simples calles complicadas; encuentra un narcopiso abandonado, una estructura que parece haber sido despojada de cualquier vestigio de legalidad y ocupada por la venta de drogas.
Este edificio, más que un escondite, se transformó en un peculiar punto de venta, con indicaciones y señales que ‘Zazza’ califica como una verdadera «guía» o «mapa» para comprar sustancias ilegales. A medida que avanzaba la noche, los sonidos de lo que esperaban fueran fuegos artificiales rompían el silencio, aunque quedaba la duda de si realmente lo eran o si eran señales de algo más amenazante.
Lo más impactante para ‘Zazza’ fue descubrir precios explicitados en las paredes que conducen a especular sobre un mercado de drogas mucho más organizado de lo imaginado. La experiencia adentro fue breve pero intensa, describiendo como hasta el diseño del lugar, con flechas y un «menú» de sustancias, simplifica de manera inquietante el proceso de compra, en un entorno que claramente busca maximizar la eficiencia en esta actividad ilegal.
Esta no es la primera vez que «Apatrullando» se aventura más allá de lo superficial para ofrecer una ventana a realidades que, aunque desconocidas para algunos, afectan la vida de muchos. Su salto internacional a Francia demuestra el compromiso del programa por visibilizar problemáticas globales que merecen atención y discusión, y ha dejado claro que, incluso en las ciudades más emblemáticas y visitadas del mundo, existen historias y situaciones que demandan ser contadas y entendidas desde una perspectiva distinta a la habitual.
