La falta de tiempo, los altos precios y la conciliación con la vida personal son algunos de los hándicaps más habituales que suponen un freno para realizar una formación. Sin embargo, septiembre es un buen mes para comenzar nuevos objetivos y plantearse realizar formaciones que mejoren la empleabilidad.
Con la vuelta de las vacaciones, muchos trabajadores aprovechan el inicio de septiembre para establecer nuevas metas laborales y dar así impulso a su carrera y a su motivación en el trabajo. Este mes suele vincularse con un nuevo inicio, especialmente en relación al ámbito educativo y profesional, como el comienzo del curso escolar, el fin de la jornada intensiva, la búsqueda de nuevas oportunidades profesionales, entre otros.
A pesar de que muchos españoles aprovechan esta fecha para apuntarse a un curso y ampliar sus conocimientos, siguen existiendo ciertas ideas generalizadas que hacen dudar a la hora de realizar una formación continuada. La transformación digital y la incertidumbre actual del mercado laboral han puesto de manifiesto la necesidad de los trabajadores de actualizar constantemente sus conocimientos y habilidades para mantenerse relevantes en un mundo laboral cada vez más exigente y adaptarse a las nuevas tecnologías.
Según los datos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, en el curso 2021-2022 se registró un 36% más de matriculaciones en másteres. Esto demuestra que cada vez más personas reconocen la importancia de seguir formándose y adquirir nuevas habilidades para enfrentar los desafíos laborales del futuro.
Sin embargo, existen ciertos mitos alrededor de los másteres que suponen un freno a la hora de apuntarse a uno. Para desmitificar estas ideas, los expertos de The Valley, la escuela de referencia en business & tech, analizan los 5 stoppers más frecuentes que hacen dudar a la hora de realizar una formación:
1. Los másteres están desactualizados: Aunque puede haber programas de máster desactualizados, muchos otros están diseñados para ser actuales y relevantes para las demandas del mercado. Las universidades y escuelas de posgrado reconocidas suelen esforzarse por mantener sus programas actualizados, incorporando investigaciones y desarrollos recientes en sus planes de estudio.
2. La formación es inasequible y supone mucho dinero: Es cierto que los másteres pueden tener un costo significativo, pero muchas instituciones ofrecen becas, programas de financiamiento y opciones de pago escalonado para hacerlos más accesibles. Además, es importante considerarlos como una inversión en educación y desarrollo profesional, lo cual puede llevar a mayores oportunidades de empleo y salario a lo largo de la carrera profesional.
3. Máster u ocio: La vida no es incompatible con la formación: Encontrar un equilibrio entre la formación y las responsabilidades laborales, familiares y personales puede suponer un desafío. Sin embargo, con una planificación adecuada, es posible equilibrar las responsabilidades académicas con las actividades personales y sociales. Además, existen diferentes tipos de formación que se pueden adaptar a cada caso particular, como cursos flexibles en formato híbrido.
4. No aseguran el éxito laboral ni la empleabilidad: Aunque no existen garantías en la vida laboral, un máster bien elegido y completado puede aumentar significativamente el éxito laboral. Actualmente, hay una tendencia alcista en la demanda de perfiles con formación especializada y tecnológica. Contar con un máster incrementa la posibilidad de contratación en un proceso de selección y facilita el crecimiento profesional.
5. Los másteres no siempre facilitan contactos en la industria: Aunque no todos los másteres garantizan conexiones en la industria de manera automática, la mayoría de los programas ofrecen oportunidades y recursos para que los estudiantes construyan una red de contactos valiosa. Tanto en formatos híbridos como presenciales se ofrecen oportunidades para establecer contactos a través de foros, grupos de discusión, eventos y conferencias, programas de mentoría y redes sociales.
Es importante tomar la decisión de hacer una formación en base a objetivos concretos y la situación personal y profesional. Investigar a fondo y conocer de primera mano el curso de interés es clave para evitar caer en estos mitos. La formación continúa es esencial para mantenerse relevante en el mundo laboral actual, y septiembre es un buen mes para empezar a perseguir esos nuevos objetivos y ampliar nuestras habilidades y conocimientos.
