La reincorporación a la actividad diaria del trabajo, el colegio y actividades varias puede comportar una serie de afecciones psíquicas y emocionales, como apatía, astenia, falta de concentración y estrés. Además, pueden aparecer dolores musculoesqueléticos de espalda y contracturas debido a algunos hábitos poco saludables adquiridos durante el verano.
Estas circunstancias afectan principalmente a quienes han disfrutado de vacaciones más largas y a los que se reincorporan a la rutina sin un mínimo período de transición. Es más común en personas menores de 45 años.
Para evitar estos dolores musculoesqueléticos en la vuelta a la rutina, es importante retomar los buenos hábitos. Esto implica mejorar la postura corporal, evitar movimientos bruscos y cargar pesos sin cuidado. También se debe cuidar el lugar de trabajo o estudio, asegurándose de tener luz natural, una silla ergonómica, la pantalla a la altura de la vista y un reposapiés. Hacer una pausa cada dos horas y moverse, ya sea caminando o haciendo estiramientos, ayuda a relajar los músculos y mejorar la concentración al retomar la actividad.
El ejercicio diario también es muy importante para mantener el corazón saludable y los músculos fuertes. Si no se tiene la posibilidad de ir al gimnasio, caminar al menos 30 minutos al día es una buena opción.
Planificar la vuelta a la rutina también es fundamental. Organizar un calendario de tareas asumibles y marcarse metas realizables ayuda a generar una sensación de control que aporta tranquilidad. Ajustar paulatinamente los horarios, tanto de levantarse como de acostarse y de las comidas, también favorece la adaptación a la rutina.
Es importante descansar lo suficiente. Dormir más horas al reiniciar las obligaciones ayuda a reponerse mejor. Además, es importante contar con un buen colchón y una almohada adecuada. Evitar cenas pesadas, realizar actividades relajantes y desconectar de los dispositivos electrónicos antes de irse a la cama también ayudan a conciliar un sueño de mayor calidad.
En caso de contracturas y dolor de espalda, se recomienda tener a mano parches térmicos terapéuticos, ya que alivian el dolor y ayudan a la relajación de los músculos.
En conclusión, para evitar dolores musculoesqueléticos al volver a la rutina después de las vacaciones, es importante retomar buenos hábitos, planificar la vuelta con antelación, descansar lo suficiente y cuidar la postura y actividades diarias. Así, se podrá disfrutar de una vuelta a la rutina más llevadera y saludable.
