Hace exactamente 139 años y siete días que llegaba a Cuenca el primer tren procedente de Aranjuez. Fue un 12 de julio de 1883 y, según cuentas las crónicas de aquel entonces, multitud de ciudadanos se acercaron recién inaugurada estación para darle la bienvenida.
Hoy, un 19 de julio de 2022, ha ocurrido justo lo contrario: el último tren de la que ahora se llama línea regional ha llegado a la ciudad de las Casas Colgadas, donde se ha repetido esa multitud de ciudadanos dándole su adiós y, en este caso, reclamando que no se cierre la que se denomina como línea ferroviaria 310.
A pesar de que la línea acumulaba ya años perdiendo viajeros, en concreto la estación conquense perdió 179.054 viajeros en los últimos 16 años según los últimos datos del Ministerio de Transportes consultados por Europa Press, fue la borrasca Filomena quien dio la puntilla a la línea.
En este caso se cerraba, se suponía que de forma temporal, el tramo entre Cuenca y Utiel debido a más de un centenar de daños ocasionados en la infraestructura.
Pero con el paso de los meses, el elevado coste que supondría arreglar dicho tramo y la poca rentabilidad económica de la línea en general, llevó al Estado a suprimir definitivamente la línea.
Una suspensión que se ha acometido ya, y es que este martes el tren regional 18164 ha recorrido los 151 kilómetros que separan a la ciudad de Aranjuez con la capital conquense.
Último viaje, presenciado por Europa Press, y que ha recorrido esos 151 kilómetros junto a más de medio centenar de viajeros que pasarán a la historia ferroviaria conquense como los últimos usuarios de la que fue la primera línea de tren en la provincia.
ÚLTIMOS VIAJEROS
A eso de las 17.25 este último tren llegaba puntual a la estación de Tarancón, donde aguardaba una decena tanto de viajeros como curiosos que, cámara en mano, querían inmortalizar el momento.
Allí se han montado en este último tren Lucía con sus hijos rodrigo y Guillermo. Mitad de Tarancón y mitad de Huete, esta familia ha querido aprovechar para viajar por última vez a bordo del tren regional hasta la localidad optense para reunirse con los abuelos, en un viaje que han llevado a cabo «con mucha pena y tristeza».
Una situación que en el interior de los vagones se ha ido repitiendo. Con 69 viajeros ocupando los 166 asientos disponibles, todos los usuarios consultados por Europa Press han coincidido en lamentar la pérdida de este tren.
«Es una pena», «es una vergüenza», «traición», han explicado. Además, había viajeros habituales a quienes este último viaje no les ha parecido nada bien.
Es el caso de Enrique García, natural de Vellisca aunque reside en Madrid desde hace tiempo. A sus 82 años, suele aprovechar el tren de forma habitual para viajar hasta su localidad y ahora lo que siente es «la mayor vergüenza del mundo» por este cierre.
Pero un último tren no circula todos los días, y por eso también muchos viajeros ocasionales han aprovechado esta jornada para subirse sobre los raíles de la vía de ancho ibérico.
Es el caso de Miguel Bustos, del medio ferroviario Tren Vista que ha querido despedir al regional como «defensor del ferrocarril». «Tanto el regional como el AVE tienen mucho futuro, y ambos podrían convivir perfectamente», ha asegurado.
«Da mucha pena, porque este tren tiene más utilidad que el AVE, porque al llegar a Cuenca están en el centro de la ciudad», ha asegurado Raúl, un hellinero afincado en Alcalá de Henares y que también se ha subido a este último recorrido.
A lo largo del recorrido ha habido gente que se ha bajado por última vez en Huete o en Chillarón, que se han subido en las mismas localidades para llegar hasta la capital de la provincia. Un viaje que, «de momento», ya no volverán a realizar según han expresado.
CARGOS POLÍTICOS
No han querido perderse este viaje diferentes cargos políticos como concejales del grupo ‘popular’ en el Ayuntamiento como Luz Moya y José Ángel Gómez Buendía entre otros, la edil de Ciudadanos, Cristina Elena Fuentes, o la concejal de Cuenca Nos Une, Ana Isabel Payán.
También había alcaldes a bordo, como la regidora de Camporrobles, Inma Alemany, o el primer edil de Huete, Francisco Javier Doménech, quienes han lamentado la pérdida de este medio de transporte «que tanto usaban los vecinos».
En el caso de la regidora valenciana, ha mostrado su preocupación por que su localidad no entra dentro del Proyecto X Cuenca, por lo que ha esperado que la Generalitat Valenciana amplíe la línea de cercanías desde Valencia hasta esta localidad para que sus vecinos no pierdan la conexión ferroviaria con esta ciudad valenciana.
En algo más de hora y media este tren ha llegado por última vez a Cuenca, donde en torno a medio millar de personas estaban esperándole.
‘Queremos tren’, ‘sí al ferrocarril’ o ‘viva el tren’ han sido algunas de las proclamas que se han podido escuchar junto a numerosas pancartas que reivindicaban este medio de transporte.
Allí también se encontraba Javier García, de Manifiesto Por Cuenca, quien ha asegurado que este «de momento» ha sido el último viaje del tren porque confía que en un futuro vuelva a circular por esta línea 310.
«Creo que es un hasta luego por la falta de mira de los actuales gobernantes, en un día triste por este gran error que se ha cometido».
Ahora, todos estos paisajes que ahora albergan vías férreas, maquinaria y almacenes ferroviarios cambiará de imagen en los próximos meses debido al Proyecto X Cuenca, un plan ideado por el Ministerio de Transportes y al que se han unido el Gobierno regional, la Diputación de Cuenca y el Ayuntamiento de la capital para dar paso a un gran boulevard, dos aparcamientos con más de 200 plazas gratuitas y diversas instalaciones deportivas que serán financiadas íntegramente por Adif.
El objetivo que persigue es cohesionar y coser los centros urbanos de las localidades por donde esta línea pasaba como Cuenca, Tarancón o Carboneras de Guadazaón.