La Dirección General de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha, en colaboración con el Ayuntamiento de Cuenca y el Obispado de la provincia han desarrollado durante la mañana de este miércoles un simulacro de catástrofe tanto en la Catedral como en su entrono arquitectónico y natural, con el objetivo de tener la maquinaria «bien engrasada» en caso de que se produjesen estas catástrofes en la realidad y así «estar preparados».
Para ello, se han establecido cinco posibles escenarios que podrían ocurrir y se han movilizado más de 200 personas entre miembros de Bomberos, Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil, Infocam, Sescam o Cruz Roja entro otros cuerpos.
Minutos antes de las 10.00 horas comenzaba este simulacro con la llegada de los primeros efectivos de bomberos del parque municipal de Cuenca, así como los primeros efectivos de Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, que han cortado los accesos al Casco Antiguo de la capital, han acordonado la zona de la Catedral y la Plaza Mayor y han colocado vallas en todo el entorno de la plaza, para que los peatones no pudieran acceder a las zonas de carretera y facilitar así el tránsito de vehículos.
Del mismo modo, se han instalado un puesto de mando del 112 justo en frente de la Seo conquense en donde también se ha desplegado un hospital de campaña del Sescam y se han volado drones para tener controlado un hipotético incendio.
Al mismo tiempo, por la ladera en la hoz de Huécar se han desplegado agentes de extinción de incendios del Infocam para tener controlado un posible incendio de vegetación y en la plaza de San Pedro se ha vuelto a instalar otra tienda de campaña de Cruz Roja para hacer también un primer triaje a los posibles heridos y que estos reciban la atención que necesitaran.
Asimismo, en un lateral de la Catedral se ha instalado otra carpa hasta donde los bomberos iban sacando elementos de arte del templo, en donde se iban embalando y custodiando para evitar así que también sufran daños en caso de incendio o derrumbe.
Este simulacro, tanto de incendio como de derrumbe, se ha prologando en torno hasta las 12.00 horas cuando se ha dado por concluido y se ha empezado a restablecer la normalidad en el entorno del Casco Antiguo.
ENSAYO DEL PLATECAM
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha precisado que este simulacro se trata de un incendio en la Catedral de Cuenca que, además, tiene incidencia en el entorno histórico y natural de esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad, y ha destacado la importancia de este ejercicio para ensayar la puesta en marcha del Plan Territorial de Emergencias de Castilla-La Mancha (Platecam).
Asimismo, ha indicado que sirve para examinar cómo está preparado el conjunto de grupos de intervención en el ámbito de las emergencias y para hacer una autoevaluación posterior, de cara a hacer correcciones «para que, si se produjera un hecho real, estemos preparados», ha matizado.
Ruiz Molina ha señalado que los objetivos de este simulacro son dos: por un lado, tener la maquinaria «engrasada» por si se produce un suceso de estas características –como ocurrió en la Catedral de Notre Dame en 2019– y, por otro, «trasladar a la sociedad que desde las administraciones públicas estamos preparadas para hacer frente a estas situaciones de urgencia».
El obispo de la Diócesis conquense, José María Yanguas, ha agradecido este simulacro al Gobierno regional porque, «todo lo que se haga para proteger y preservar este patrimonio, es digno de agradecer».
En este sentido, monseñor se ha mostrado confiado en que este tipo de simulacros se extiendan por toda la región y a otros lugares emblemáticos de la comunidad «porque el fin último de las administraciones tiene que ser el preservar las riquezas patrimoniales, artísticas y documentales de la comunidad».
Por último, Yanguas espera que esta acción se quede sólo en un simulacro y nunca se haga realidad, «pero por si acaso, siempre hay que estar preparados».
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha agradecido también a la consejería la realización de este simulacro, porque siempre es necesario «tener a todos los equipos que tienen que intervenir en una catástrofe preparados y entrenados para proteger el mejor bien patrimonial que tiene Cuenca».
PRINCIPALES ESCENARIOS
La Catedral de Cuenca ha sido la principal protagonista de este simulacro de emergencia. El ejercicio ha consistido en un incendio iniciado en los baños del templo, que evoluciona y se propaga a las inmediaciones del archivo catedralicio, amenazando valiosos documentos y obras de arte, y provocando el derrumbe de parte de la techumbre cercana al mencionado archivo, lo que deja a varias personas atrapadas entre los escombros.
El mencionado incendio, tras propagarse por la Catedral, se extiende al exterior del templo y prende en la vegetación de la Hoz del Huécar. Las llamas van evolucionando en dirección al Castillo. Para hacer frente a los acontecimientos, la dirección de emergencias lleva a cabo un análisis de la situación en el vehículo de coordinación, que opera como Puesto de Mando Avanzado, y se activa el Plan Territorial de Emergencias de Castilla-La Mancha (Platecam), en fase de emergencia nivel 1.
La situación obliga también a montar un hospital de campaña para hacer el triaje a los heridos y a instalar un albergue de Cruz Roja en la plaza de San Pedro, para atender a los clientes y al personal de la Posada San José, que han sido evacuados del edificio al verse afectado por el incendio.
26 SIMULACROS EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
El titular de Hacienda y Administraciones Públicas ha incidido en que se trata del primer simulacro organizado por el Gobierno regional en un bien patrimonial de estas características, el segundo llevado a cabo en Castilla-La Mancha este año desde el 112, y el número 26 desde 2016.
Además, en estos últimos seis años, el Servicio de Emergencias ha participado en más de 800 simulacros organizados por otros organismos e instituciones y desde 2015 se han activado los distintos planes de emergencia en 33 ocasiones, como sucedió con la borrasca Filomena, que supuso movilizar más de 13.000 efectivos entre todas las administraciones y más de 1.700 medios materiales.
Los simulacros son una herramienta fundamental para ejercitar los sistemas preventivos y de actuación en emergencia, imprescindibles para garantizar la seguridad de las personas, de los bienes y del medio ambiente ante una situación de este tipo.