Un Nombre de Guerrero, una novela para reivindicar a las madres que no pudieron serlo

Se acerca el día de la madre, y muchas familias lo celebrarán con los dibujos y manualidades que traen los hijos del colegio. Otras familias no tendrán tanta suerte, viven una realidad distinta, una maternidad truncada de la que apenas sabemos nada. En los últimos quince años, unas 50.000 mujeres españolas terminaron su embarazo por problemas graves para la salud del bebé o de la madre. ¿Quién no conoce a alguien que haya pasado por una situación parecida? Esta es la historia que nos relata Un nombre de guerrero.

Un nombre de guerrero nace del apremio de poner palabras a una historia mil veces repetida, pero inexplicablemente silenciada. Nos relata la batalla sin tregua de una mujer cuyo anhelado embarazo de pronto se complica. Una mujer obligada a emprender un viaje contrarreloj donde las dudas, la culpa y el miedo a la pérdida irreparable la empujan hacia adelante en busca de soluciones. Pero la huida tiene una fecha límite que se llama semana 22, esa última frontera en la que una madre deberá afrontar la decisión más difícil de su vida. Un nombre de guerrero nos revela una realidad profundamente triste y perturbadora, pero lo hace mostrando una ternura infinita, una energía visceral y unas ganas de vida que te envuelven, impidiéndote mantenerte al margen.

Un nombre de guerrero es una obra autopublicada desde la plataforma Amazon, que lucha por hacerse un hueco desde abajo en el competitivo panorama literario. Tras dos meses desde el lanzamiento, ha llegado a posicionarse en el puesto 25 del ranking de Amazon para literatura femenina, y cuenta con cuarenta y siete valoraciones de 4-5 estrellas en Amazon. Periodistas de la talla de Samanta Villar, o personalidades en el mundo de la crianza como Armando Bastida (ver Instagram unnombredeguerrero), han apoyado públicamente la obra.

“No te preocupes, que seguro que te quedarás embarazada de nuevo. A eso parecía reducirse todo. A un agujero que fundamenta la culpa que nace de lo que es invisible, de lo que no se habla, de lo que no se enfrenta. Quiero poner palabras a este grito de supervivencia, mío y de tantas. Quizá debería compartir la historia de mi niño precioso, de mi niño con nombre de guerrero”.

Laura Muñoz nació y creció en Quintanar de la Orden (Toledo), y desde allí empezó a viajar por el mundo. En la actualidad reside en Sudáfrica. Un nombre de guerrero es su primera obra publicada.

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