Un 80% de los jugadores de Lotería de Navidad invierte el dinero del reintegro en décimos para el Niño

La tradición de la Lotería de Navidad en España y el destino del reintegro

La Lotería de Navidad es uno de los fenómenos culturales más importantes en España. Para muchos españoles, más que una cuestión de ganar dinero es una tradición, y son muchos los que, cuando termina el sorteo, recuperan su inversión gracias al reintegro. El reintegro no es más que la devolución de la cantidad jugada; los jugadores de Lotería lo ven como una oportunidad extra de recuperar la inversión en Lotería. Pero ¿qué suele hacer la gente con el reintegro?

Aunque ganar el reintegro en la Lotería de Navidad tiene una probabilidad de 10%, no todo el mundo tiene la suerte de recuperar su inversión en Lotería. Por eso, la gente suele comprobar con ilusión que el décimo que han comprado tiene la misma terminación que el Gordo: al menos no pierden dinero.

Aunque no se considera una tradición, existe una especie de «ley no escrita» que dice que el dinero ganado con el reintegro de la Lotería de Navidad se destina a comprar décimos para la Lotería del Niño. Que el precio sea el mismo o que el tiempo que transcurre entre un sorteo y otro es mínimo son dos de los principales motivos por los que esto suele hacerse.

Dicha ley no escrita puede deberse a una superstición o una búsqueda de continuación de la buena suerte, pero sin duda la teoría más extendida es que se trata de la mejor forma de mantener viva la emoción de la Lotería.

La pedrea es una de las partes más importantes de la Lotería de Navidad. Y es que son casi 1.800 los números que los niños de San Ildefonso cantan en la pedrea, al ritmo de «Mil euros». Eso quiere decir que se reparten más de un millón de euros en premios de 100€ al décimo.

Aunque es menos la gente que gana los premios de 100€ por décimo, también suelen emplear una parte de ese premio en comprar Lotería del Niño.

Gracias a todas estas tradiciones que se repiten año tras año, las Administraciones de Lotería de Navidad cuentan con un mayor público durante esta época. «Además de los sorteos habituales, entre Navidad y Reyes nos visita mucha gente a intercambiar un décimo premiado por uno del Niño», aseguran desde El Búho de la Suerte, en Gijón. «Al final, es muy probable que haya personas que recuperen los 20€ invertidos en Lotería y decidan cambiarlo por un número del Niño».

Esta es una de las afirmaciones más escuchadas de la Lotería del Niño, y en parte es cierta. No es que haya más probabilidades de ganar, puesto que los números que se juegan son los mismos (del 00.000 al 99.999), sino que hay muchos más premios.

Estadísticamente, las posibilidades de llevarse algún premio son mayores en la Lotería del Niño. Por ejemplo, al haber tres reintegros, se triplica la posibilidad de ganar uno de estos premios.

Sin embargo, en términos económicos la diferencia también es notable, pero la balanza va a favor de la Lotería de Navidad. Mientras que en el sorteo del 22 de diciembre se reparten 2.590 millones de euros, el sorteo del Niño reparte «solo» 700 millones.

En definitiva, hay más probabilidades de ganar algún premio, pero las cantidades son menores. La emoción y la tradición son los principales impulsos que llevan a los jugadores a destinar el reintegro a la Lotería del Niño, manteniendo viva la ilusión y emoción que caracterizan a estas fechas tan especiales.

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