La secretaria general de UGT Castilla-La Mancha, Lola Alcónez, ha subrayado la importancia de la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media semanales, confiando en que eventualmente la patronal de la región reconozca que esta medida también beneficiará sus intereses económicos. En una entrevista con Europa Press, Alcónez destacó que este objetivo se ha convertido en uno de los ejes centrales del mandato de su Ejecutiva regional desde su elección en el IX Congreso de UGT Castilla-La Mancha en febrero.
Alcónez ha argumentado que la reducción de la jornada laboral «tiene una base firme» en términos de productividad, señalando que contribuye a disminuir el absentismo, las bajas laborales y los problemas de salud mental asociados. A su juicio, la resistencia por parte de la patronal se debe a una “desconfianza” sobre el impacto económico de cerrar durante menos horas, un argumento que ha refutado, alegando que la reducción ya ha demostrado sus beneficios en productividad y se adapta a las exigencias del siglo XXI.
La secretaria general ha expresado que no teme que esta aspiración genere conflictos con los distintos agentes sociales, enfatizando la «relación cordial» que UGT ha mantenido con la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) y su presidente, Ángel Nicolás. Alcónez ha manifestado su disposición a participar en foros de diálogo social con el objetivo de alcanzar acuerdos que beneficien a todas las partes.
En cuanto a las relaciones con otros sindicatos, ha resaltado el trabajo conjunto con CCOO, considerado un «sindicato hermano», con el que se comprometió a trabajar en unidad de acción. A pesar de esta colaboración, ha afirmado que UGT buscará incrementar su representatividad en los centros de trabajo, recordando que, aunque ambos sindicatos comparten objetivos, su meta es lograr mayor afiliación y presencia en el ámbito laboral. Actualmente, UGT cuenta con entre 23.000 y 24.000 afiliados en la región, lo que les otorga una “muy buena representatividad”.
Respecto a las relaciones con las administraciones públicas, Alcónez ha enfatizado la necesidad de su implicación para abordar retos futuros, como los efectos de los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre la economía de Castilla-La Mancha. Ha mencionado una reciente reunión con la Delegación de Gobierno y la Junta, en la que ambas administraciones mostraron disposición a colaborar. Alcónez destacó la existencia de recursos económicos previstos para implementar estrategias que mitiguen las consecuencias de estos aranceles.