El Turismo Activo y el Ecoturismo han emergido como pilares fundamentales en el modelo turístico de Canarias, aportando no solo a la economía local sino también al fomento de un desarrollo más sostenible y diverso. Este subsector no solo genera empleo significativo, sino que también promueve activamente la conservación del entorno natural único de las islas, ofreciendo una alternativa valiosa al tradicional turismo de sol y playa. Durante 2024, la relevancia de este sector se ha hecho aún más evidente en el contexto de debates sobre cómo reinventar el modelo turístico que ha prevalecido durante décadas en la región.
La creación de empleo directo e indirecto es solo uno de los beneficios del Turismo Activo y el Ecoturismo. Con 3.400 empleos directos, de los cuales el 80% son estables, y alrededor de 12.000 empleos cuando se consideran los efectos indirectos, el sector muestra una solidez que supera expectativas. Además, con aproximadamente 1.200 empresas dedicadas a estas actividades y una facturación anual de 124 millones de euros, el potencial de este subsector está lejos de agotarse, según señala José Luis Echevarría, presidente de Activa Canarias.
Las empresas en Canarias están innovando constantemente para diversificar su oferta y atraer más visitantes, mientras que actividades como las vías ferratas ofrecen alternativas atractivas que pueden fomentar el desarrollo rural. Sin embargo, enfrentan desafíos en regulación y obtención de permisos, ya que muchas de estas rutas no están oficialmente autorizadas, lo que dificulta su gestión y mantenimiento.
Uno de los problemas críticos que enfrenta el Turismo Activo y el Ecoturismo es el intrusismo de empresas no acreditadas, afectando la reputación del destino y la experiencia del cliente. La estrategia en colaboración con la Policía Canaria para inspeccionar y controlar estos puntos críticos es una medida para contrarrestar esta competencia desleal.
El sector se ve afectado también por las frecuentes alertas climáticas que, aunque justificadas por motivos de seguridad, dificultan el desarrollo continuo de actividades al aire libre, llevándole a pérdidas económicas significativas. La falta de normativa que permita excepciones para profesionales formados también agrava esta situación.
Los cierres repentinos de espacios naturales por parte de las administraciones sin consultar a las empresas también suponen un obstáculo para el sector. Sin embargo, el acuerdo alcanzado en el Parque Nacional del Teide muestra avances hacia una gestión donde las empresas tengan voz, permitiendo operaciones en entornos protegidos bajo estrictas medidas de seguridad.
Activa Canarias aboga por una colaboración estrecha y efectiva entre todas las partes implicadas, con un modelo de gestión participativa que impulse un turismo de calidad. Al otorgar autorizaciones y establecer criterios para garantizar la seguridad, se refuerza el compromiso del sector con un turismo inclusivo y sostenible, beneficiando a la economía local, el medio ambiente, y la calidad de vida tanto de residentes como de visitantes.