El presidente Donald Trump ha presentado su propuesta de recortes fiscales, que se enmarca en lo que él ha denominado “Una Gran y Hermosa Ley”. Según la Casa Blanca, esta iniciativa busca extender el legado procrecimiento y protrabajador de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017 (TCJA, por sus siglas en inglés). Este proyecto de ley es concebido como una medida para fortalecer la economía estadounidense, particularmente en momentos donde la inflación y las condiciones del mercado laboral están bajo constante escrutinio.
La TCJA ya había llevado a cabo importantes reducciones fiscales que beneficiaron a las familias trabajadoras, permitiendo que más estadounidenses destinaran sus ingresos a inversiones en su familia, comunidad y futuro. La Casa Blanca sostiene que esta política, junto con las disposiciones fiscales para empresas, catalizó un auge en el sector laboral de bajos salarios, caracterizado por aumentos salariales históricos y el descenso de la pobreza a niveles récord.
El nuevo proyecto de ley persigue continuar este impulso económico mediante la creación de incentivos destinados a expandir la base manufacturera del país. Además, busca ofrecer ayuda específica a los trabajadores que se han visto afectados por las altas tasas de inflación y las caídas en ciertos sectores. Entre las principales disposiciones se contempla la eliminación de impuestos sobre las propinas y las horas extra, lo que se traduciría en ahorros anuales de aproximadamente entre 1,675 a 1,750 dólares para los trabajadores.
Adicionalmente, la propuesta incluye una medida para permitir la depreciación total de nuevos fábricas de manera temporal y establece tarifas fiscales más bajas para la manufactura nacional. Esto tiene como objetivo no solo potenciar la base industrial, sino también fomentar oportunidades económicas.
La Casa Blanca también ha destacado que los incentivos para las Zonas de Oportunidad mejoradas podrían atraer más de 100 mil millones de dólares en inversiones, así como generar más de un millón de nuevos empleos y facilitar el desarrollo de cientos de miles de viviendas en comunidades de bajos recursos, especialmente en áreas rurales.
Según el Comité Conjunto de Impuestos, se espera que la propuesta reduzca en menor medida los impuestos federales para el 1% más acaudalado, lo que llevaría a que este grupo asuma una mayor porción de la carga tributaria total. Este enfoque ha sido enfatizado por la administración, que advierte que el fracaso en la aprobación de la ley podría resultar en un aumento de impuestos de 4 billones de dólares, potencialmente abriendo la puerta a desafíos recesivos para la economía.
El enfoque renovado en políticas fiscales por parte de la administración actual plantea un debate sobre su potencial impacto en la economía estadounidense en un momento de gran incertidumbre económica. Sin duda, “Una Gran y Hermosa Ley” se perfila como un tema central en el discurso económico del gobierno en los próximos meses.
Fuente: WhiteHouse.gov
