En una medida destinada a transformar la burocracia medioambiental, el presidente Trump ha firmado un Memorando Presidencial que busca modernizar el proceso de revisión ambiental y los permisos necesarios para proyectos de infraestructura en Estados Unidos. La iniciativa, que resalta la importancia del uso de tecnología de vanguardia, tiene como objetivo acelerar los trámites, mejorar la transparencia y reducir las demoras que obstaculizan el crecimiento económico en el país.
El Consejo de Calidad Ambiental (CEQ) será el encargado de desarrollar un Plan de Acción sobre Tecnología de Permisos, en colaboración con el Consejo Nacional de Dominio Energético y las agencias pertinentes. Este plan propone la digitalización de las solicitudes de permisos, la agilización de las revisiones y la mejora de la coordinación interagencial. Además, promete proporcionar a los patrocinadores de proyectos una mayor claridad y previsibilidad respecto a los horarios de permisos, facilitando la comunicación con funcionarios estatales y tribales.
La administración sostiene que la implementación de tecnologías del siglo XXI permitirá una revisión y un proceso de permisos más eficaces y rápidos, eliminando capas de burocracia que entorpecen el crecimiento y mejorando la calidad de los análisis ambientales. En palabras del CEQ, la acción de Trump representa un paso crucial hacia el establecimiento de un Centro de Innovación en Permisos, que se enfocará en acelerar la tramitación y centrar los análisis en los aspectos más relevantes para el desarrollo sostenible.
Los secretarios del gabinete también han resaltado la urgencia de estas reformas. El secretario del Interior, Doug Burgum, enfatizó la necesidad de «perforar más, mapear más, minar más y construir más» para mantener la competitividad global. Este planteamiento se alinea con la idea de que el proceso de permisos obsoleto genera importantes retrasos en proyectos energéticos cruciales, algo que necesita ser abordado de inmediato para fortalecer la seguridad energética del país.
Por su parte, el secretario de Energía, Chris Wright, ha subrayado la importancia de modernizar el sistema de permisos, afirmando que «la dominancia energética no será posible sin la infraestructura adecuada». Esta modernización no solo busca facilitar la aprobación de proyectos sino también reducir los costes para las familias estadounidenses, un objetivo que resuena con la visión de la administración de fomentar el crecimiento económico.
Las repercusiones de esta medida también se extenderían al sector agrícola, donde los productores han lidiado con complicadas y prolongadas tramitaciones. La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, aplaudió la iniciativa, argumentando que es esencial para liberar a los agricultores y ganaderos de la incertidumbre y las demoras que impide su trabajo diario para alimentar y abastecer al país.
Finalmente, el secretario de Transporte, Sean P. Duffy, y el administrador de la Agencia de Protección Ambiental, Lee Zeldin, hicieron eco del reclamo por un sistema más fluido y menos burocrático. Zeldin destacó que los cambios promovidos bajo el liderazgo de Trump no solo reducirán la duración del proceso de permisos, sino que también garantizarán que se mantenga la calidad ambiental en cada proyecto.
Esta iniciativa del presidente Trump, que se enmarca dentro de su agenda de crecimiento y fortalecimiento económico, busca sentar las bases para un nuevo enfoque en la forma en que se gestionan los permisos en Estados Unidos, reflejando una clara intención de desatar el potencial innovador del país.
Fuente: WhiteHouse.gov