En un anuncio que ha tomado fuerza en el discurso político y social, el presidente Donald J. Trump ha revelado una serie de acuerdos con nueve destacadas compañías farmacéuticas con el objetivo de reducir los precios de los medicamentos recetados en Estados Unidos. Este esfuerzo se alinea con la iniciativa conocida como precios de nación más favorecida (MFN, por sus siglas en inglés), que busca que los ciudadanos norteamericanos paguen tarifas más equitativas, similares a las que se encuentran en otros países desarrollados.
Los laboratorios involucrados en esta histórica decisión incluyen gigantes de la industria farmacéutica como Amgen, Bristol Myers Squibb y Merck. A través de estos acuerdos, los medicamentos que tratan condiciones crónicas y costosas—tales como diabetes tipo 2, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, y cáncer—verán una disminución significativa en sus precios.
Por ejemplo, el medicamento de Amgen, Repatha, que trata el colesterol elevado, pasará de costar $573 a $239. Mientras tanto, el precio del antiviral Reyataz de Bristol Myers Squibb caerá de $1,449 a $217. Este tipo de reducciones se aplicará también a tratamientos para la Hepatitis C, el asma y otros padecimientos graves, que ahora serán más accesibles para la población.
Los acuerdos no solo buscan aliviar la carga económica de los pacientes, sino que también brindan a cada estado la posibilidad de acceder a estos precios favorables a través de sus programas de Medicaid, lo que podría traducirse en ahorros sustanciales para el sistema de salud pública en su conjunto. Además, se menciona que las empresas farmacéuticas deberían utilizar esos ahorros para contribuir a la producción y desarrollo a nivel local, invirtiendo al menos $150 mil millones en manufactura dentro de los Estados Unidos. Este punto es crucial en un momento en que la dependencia de suministros extranjeros ha sido objeto de discusión en el contexto de la seguridad nacional.
El compromiso de las farmacéuticas no termina en esto. Varias de estas empresas anunciarán donaciones de ingredientes farmacéuticos activos al Reservorio Estratégico de Ingredientes Farmacéuticos Activos (SAPIR), una medida destinada a reducir la dependencia de productos provenientes de naciones extranjeras y asegurar un suministro adecuado en tiempos de crisis.
Es relevante mencionar que estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio del presidente Trump, quien ha intentado durante su mandato reducir los precios de los medicamentos a través de diversas iniciativas, incluidas órdenes ejecutivas y negociaciones directas con compañías farmacéuticas. Desde finales del 2025, el resultado de estas negociaciones ha seguido dando frutos, representando un avance significativo en un tema que ha preocupado a millones de estadounidenses.
La realización de estos acuerdos refleja un cambio de paradigma en la industria farmacéutica, donde las políticas anteriores habían sido criticadas por empujar a los pacientes a asumir la carga financiera de tratamientos desigual en comparación con el resto del mundo. Con esta iniciativa, se espera que los ciudadanos norteamericanos sientan un alivio tangible en sus bolsillos, al tiempo que se refuerza el compromiso de potenciar la producción farmacéutica local, un tema clave en el debate sobre el futuro de la salud pública en el país.
Fuente: WhiteHouse.gov

















